Emily, Luna Nueva

En el día de hoy se cumplen 147 años del nacimiento de L.Maud Montgomery, la escritora de libros tan maravillosos como los de Ana de las Tejas Verdes, Vanlancy, o el que traigo hoy aquí... "Emily, la de la Luna Nueva". Lo tenía en casa de mis padres desde hace mucho tiempo y decidí traerlo a casa. Quería tener la oportunidad de leerlo en alguna ocasión y este año, hace ya algunos meses, me pareció la ocasión perfecta. Se ha convertido en un libro nocturno. Él se ocupa de las noches en las que me despierto o desvelo, y también de las noches en las que decido no ver nada y entregarme a la lectura. Y aún no lo he terminado...sigo leyéndolo...

Dicen que Emily es el libro que más se parece a la biografía de la autora. Y ciertamente tiene similitudes con su vida personal;  como que ambas se quedan huérfanas de madre a muy temprana edad, y se quedan a vivir a cargo de unos familiares maternos. 

La autora vivió momentos similares en su vida. Perdió a su madre cuando ella tenía dos años y su padre se fue por negocios a la zona de Alberta, en Canadá, donde se casó de nuevo con otra mujer. Maud fue una temporada a vivir con ellos, pero finalmente se quedó al cuidado de sus abuelos maternos.

Emily es un libro muy distinto a los otros libros que he leído de Maud. Se nota que está escrito en otro momento. Mucho más tarde que los libros de Ana. Creo que los empieza, o más bien, los publica sobre los años 20. Emily es una niña inquieta, con una imaginación menos desbordante que Ana, pero con un espíritu muy afín. Le gusta escribir, y en especial escribir cartas a su padre (que muere cuando ella tiene once años). Se considera poetisa, porque le encanta inventarse versos o apropiarse de frases que escucha dandole ella un uso posterior en sus poesías. Vive en Luna Nueva, una casa familiar de una hermana de su madre. Se echaron a suerte quien se quedaría con ella y le tocó a la tía Elizabeth que a su vez vive con otra tía llamada Laura. Ambas son muy distintas. Una de corazón frío y la otra más cálido. Y hay muchos personajes más... Es un libro para todas las edades, pero en ocasiones le siento muy infantil. Por eso, en esas noches que no duermo, me voy a la Luna Nueva con Emily y trato de vivir sus días cotidianos y disfrutando de algunas de sus aventuras. Es una niña con carácter, rebelde, y a la vez obediente...sobre todo cuando cree que debe serlo. Amante de los gatos, y de las diversiones campestres. Su amiga, Ilse, con quien discute a menudo y se dicen cosas horribles, la sigue en la escuela. Ambas se quieren y se admiran mutuamente, pero también se retan. Juntas tratan de sobrevivir a las injusticias sociales que se imponen cuando las personas tratan de ir contra corriente.

Leyéndolo me transporto de nuevo a la Isla del Principe Eduardo. Aún me veo paseando por la playa o por las casas pequeñas de madera que albergaron las historias que Maud inventaba. La imagino yendo a la escuela y viviendo las experiencias que cuenta en sus libros. 



El mes de Noviembre se marcha. Siento que se ha ido rápidamente. Los primeros días parecía que invernaba con esos primeros fríos que nos visitaron. Conocí el hogar de unos vecinos que perdieron su casa el pasado año en un incendio y ahora, la nueva construcción, les permite disfrutar de una nueva visión y perspectiva desde la cual tratan de vivir una vida más autentica y centrada en la naturaleza. Su hogar aún huele a la madera con la que está hecha parte del interior. Y tiene unos ventanales grandes, que parecen cuadros de pared...y en ellos ves los árboles, las encinas y robles que rodean su hogar. Teniendo una imagen así no necesitan mucho más. Fue muy acogedor y tuvimos la suerte de degustar unas migas maravillosas. 


Después vino el día de las librerías. Y ahí estaba yo con mi encargo de libros...y alguno más que se introdujo en la bolsa de tela. Aún no he empezado a leer ninguno de ellos, pero eran libros anotados en las libretas de "cuando llegue el momento apropiado". El de Didion fue una sorpresa, porque sabía que estaba publicado, pero no que ya había llegado  a la librería. De ellos hablaré otro día.


Más tarde vinieron días azules y cálidos, llenos de colores otoñales. Mis días se volcaban en el trabajo, pero cuando llegaba a casa trataba de disponer de un rato para visitar los árboles y las plantas. Fui al vivero para plantar un par de árboles nuevos. Y los bulbos. Es una suerte plantar bulbos y saber que en primavera veré el resultado de un campo amarillo y verde. 

Los días se siguieron y esta última semana he estado preparando cambios para la cocina, que llevamos tiempo queriéndolos hacer, para quizá ver otras opciones y aprovecharla mejor. Son pequeños cambios, pero hemos estado dandole numerosas vueltas a cómo acondicionar una pared vacía y parece que ya está en proceso. Veremos cómo queda. Cruzaremos los dedos.


El 25 de Noviembre
, día internacional contra la violencia de género, me acerqué al acto contra la violencia machista que se celebra en mi ciudad. Allí, con mucho frío, vi a muchas personas a quienes nos une un propósito común: erradicar la violencia hacia la mujer. Muchas personas piensan que esto no sucede, pero os aseguro que sí. Solo que todavía se silencian muchas voces. Y se escuchan otras. Solo con un paseo rápido del mundo,... aun hay países donde la mujer por el simple hecho de serlo, sigue estando privada de una vida propia y elegida. Aún no cuentan con los mismos derechos que los hombres y lo peor de todo...puede ser víctima de abusos, sin que existan consecuencias. Todavía hay muchos prejuicios. Dejé mi vela simbólica en el suelo por cada una de las mujeres y menores que perdieron la vida este año, por causa de una vida en violencia.

Después como hacía mucho frío, fui a tomar un chocolate con churros con las mujeres a las que más admiro y que forman parte de las supervivientes de una historia que ya forma parte de su pasado. 

Fina Sanz, habla de los vínculos de buen trato. Hay que hablar más del buen trato. Porque el mal trato lo conocemos. Sabemos que existen porque se siente y percibe en los poros de nuestra piel. 


El mes termina. Se marchan los días de Noviembre...sus colores...su viento...Y con estos últimos días, ha llegado el tiempo de Adviento. Me gusta mucho vivir este tiempo de forma más interior. 

Me esconderé un poco, pero saldré de cuando en cuando de mi cueva para escribir...

Nos vemos pronto...espero y deseo que estén bien. Alzo mi taza de té de chocolate turrón por una vida renovada y nueva...en la que podamos sentir que lo que nos propongamos, puede ser posible. Esta mañana...vi la luna...que avanza hacia una versión Nueva...

Comentarios

  1. Hola María, una amiga me regaló este libro, Emily, la de Luna Nueva. Me regaló una versión muy bonita, con unas ilustraciones preciosas. Aun no lo he leído, pero tengo ganas de hacerlo.
    En cuánto a lo demás, has estado muy activa. Me alegro mucho por ello. Besos cariño :D

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    1. Querida Margarita, que alegría tan grande. Emily...qué buen libro...algún día quizá lo leas. Yo aún lo tengo como lectura nocturna. Pero ya quedan pocas páginas. Lo intercalo con otros libros. Un abrazo grande y espero y deseo que estés teniendo muy buen día y noche...con lecturas que alegren el corazón.

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  2. Querida María:

    Cómo pasa el tiempo, casi ya estamos a mediados de diciembre. Dentro de nada, será Navidad. El tiempo vuela y apenas me doy cuenta de los días, siempre pensando en tantas cosas por hacer. Me encantaría tener un día para mí, y leer Emily o cualquier otro libro de Montgomery, o sentarme y darme un atracón de películas de Navidad.
    Noviembre, diciembre... que siempre nos acompañe una buena lectura.
    Abrazos

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    1. Querida Maite, gracias por venir por aquí. Ya dentro de nada llegan una de las fechas más especiales del año, y ciertamente, también lo son ahora...en Adviento,...vivir la espera y la preparación también es un tiempo maravilloso. Espero y deseo que te sigan acompañando deliciosas lecturas. Feliz día de la Luz. Un abrazo grande.

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