Lecturas ligeras,...días de verano

Podríamos decir que el verano ya está aquí en plenitud; con sus días de piscina, conciertos de música, paseos al anochecer, lecturas ligeras....Sin embargo en el día que estoy escribiendo, un lunes por la tarde, la tormenta nos ha sorprendido. Ni que decir tiene que ha sido tan espectacular ver llover después de casi un mes y medio, o más,   que no hemos podido evitar, salir y mojarnos.

El mes pasado lo finalice con lecturas ligeras. Sin duda, lecturas a las que no volveré, pero que fueron capaces de cumplir la misión de ser lecturas pasajeras y agradables. Una de esas lecturas fue la que compartimos en el Club de Lectura. Y aunque nunca hubiese elegido este libro, ciertamente, fue una lectura que no supuso demasiada demora. quizá fueron tres tardes, incluyendo un rato previo antes de nuestra reunión. 

Solemos elegir un lugar que se adapte un poco al libro. Puede ser la casa de alguna de nosotras o un café/bar que tenga algo que ver con el libro. En esta ocasión elegimos un precioso patio del que cuelgan parras, que tenía la mezcla italiana de la escritora, con el ambiente francés que se respiraba en el libro.

Cristina Petit, en "Algo parecido al verdadero amor", se asoma al personaje de una chica joven que vive una vida idílica. Recibe en herencia un piso abuhardillado (esto lo imagino, ya que es el último piso), de una comunidad un tanto peculiar...donde los vecinos, incluido el portero que tiene un precioso jardín, suelen tomar juntos el té de los miércoles. La protagonista de Petit, es joven, risueña y no sé como paga las facturas del mes, ya que en este tipo de libros todo es posible, y de dinero apenas se habla a no ser que sea para contar lo de recibir una herencia. Su trabajo, admirable, está relacionado con la "cuento terapia" y cada niño o niña con dificultades, acude a su casa, donde ella le espera para conectar con el niño o niña y a su vez con el libro/cuento que se adapte a sus necesidades. Todos vienen un trauma "invisible" que ella sabe detectar,...Tiene ese don con los peques...ella parece conocer lo más intimo y llegar al punto se abran a ella y le cuenten lo que les pasa. Este personaje tan especial, la protagonista, les cuenta cuentos y recalca a través de ella, la autora, en varias ocasiones,...¿qué daño les pueden hacer? Como mucho se llevan conocer historias...y que alguien les lea para variar. Por si alguien pudiera pensar que esta técnica, les pudiera abrir heridas, otros traumas, etc...


Sin duda, la autora está versada en el tema en cuestión ya que leyendo parte de su biografía, hay un bagaje infantil en su experiencia y esta técnica de "tu cuento" la ha debido de poner en práctica. Nadie duda, yo por lo menos no, del poder de los cuentos y la lectura...pero no sé si al paso de ser una terapia. Ojalá.

Por su puesto, hay historia de amor por debajo de todo lo anterior...un amigo gay que todos querríamos tener, una amiga que la quiere de forma incondicional..., y conexiones maravillosas con los vecinos, con los que inventa juegos espléndidos  Sus padres son increíbles, ya que están jubilados y viajan...y sorprendentemente, no se quedan a dormir en su casa, sino que se alojan en el apartamento de unos amigos parisinos...
En fin...el libro me reportó lo mismo que un buen "telefilm" de media tarde. 

Lo que me gustó de Cristina Petit, fue que quiso escribir un libro, y lo hizo. Escribió el libro que le gustaría leer. Y creo que cumplió su sueño. También me gusta que es valiente al hacer un libro tranquilo...sin demasiadas pretensiones, y que respeta creencias. Me encanta ver como pone en relieve el mundo espiritual. Y respeta ideas, pensamientos distintos,...en fin...es un libro agradable. Pero no creo que vuelva a él. De hecho no llegué a meterme en la historia y en los personajes, y creo que quienes paseamos por aquí podríamos escribir un libro similar. Esto no quiere desprestigiar a la escritora, sino dar valor a quienes pasamos por aquí y escribimos. Cada quien con su tema, claro está,...

Lo mejor fue la tertulia del mismo con quienes formamos el club y las risas, nuestras comparativas sobre la vida idílica que podría sucedernos y lo mejor...que la vida con nuestras idiosincrasias particulares está llena de belleza, aunque no nos espere una herencia de una persona lejana de la que tan solo guardas breves recuerdos y que te hace un gran bien al recibir una casa sin hipoteca. 

Mientras me rodean otros libros, que ya iré comentando, y que aún no he terminado. Ahora voy a la piscina con uno de ellos, que es el que más absorta me tiene y del que espero hablaros pronto.

Otros libros los tengo anotados, a parte de los que me anoto de vuestros blogs...hay uno que espero con ganas para el año próximo, aunque puede que lo adquiera antes en inglés. Se llama "Invisible Women" y pone en relieve con datos, los pocos estudios de mujeres que hay y la incapacidad que tenemos para darnos cuenta de que muchas de las historias han sido manejadas y escritas por quienes nunca pudieron imaginarnos con roles diferentes a los asignados. Así pasó que cuando encontraron tumbas de mujeres vikingas con sus armas al lado, buscaron al hombre que las llevaba, y no dieron por hecho que nosotras pudimos luchar. O por ejemplo, un infarto en las mujeres, tiene unos antecedentes diferentes...no se manifiesta igual que en los hombres. En fin...todos estos datos, y muchos más, me esperan en este libro de Caroline Criado Perez. Lo traducirá Seix Barral, por lo que tengo entendido. 
Ni que decir tiene que ahora hay mucho "merchandising" sobre el feminismo y libros que puedan hablar sobre el tema de igualdad y mujer, sin embargo, hay que seguir buceando y rescatando aquellas lecturas que realmente tienen mucho que decir. 

Por otro lado, y lamentándolo mucho, creo que el árbol que tenía otoñal, se está secando. El calor y mi falta de conocimiento para cuidarle, han hecho de él un árbol sin hojas. En fin...he llorado lo que no está escrito, pero creo que tengo que hacerme a la idea. Sin embargo, mi espíritu optimista y algo crédulo, espera que al año que viene, vuelva a dar sombra...y sus hojas perduren un poco más...le espero de nuevo en la primavera que viene...ya os diré...

El fresquito que ya empieza a notarse por aquí, invita a dar uno de esos paseos de verano, después de tormenta, en la que huele a lluvia...Aún el sol no ha caído y es el momento perfecto. Baloo ya me ha traído la correa. Creo que no me queda otra que salir con él a oler el campo.