Una tarde inesperada...de ida y vuelta

Después de pasar varios días de viento, lluvía y en ocasiones rayos de luz...me he detenido en la Tierra Media a tomar un té con Bilbo Bolson y muchos de con quienes ha compartido un viaje inesperado. A veces las cosas nos vienen y no tenemos elección, en otras, nos pica la curiosidad y queremos participar en la experiencia de aventurarnos a lo desconocido...a pesar de que las piernas nos tiemblen.

"Los mitos son verdad", me dijo una amiga hace más o menos diez años...una frase tan sencilla que guarda tanto sentido y más...cuando caes en la cuenta que ES CIERTO.  Y el sonido de estas palabras fueron los que me acompañaron a una conferencia sobre Tolkien. Bueno, el título de la conferencia era más largo, e incluía a más escritores...de entre ellos  C.S.Lewis.

El conferenciante, es un maestro también de las palabras, Eduardo Segura,... quien nos fue llevando de nuevo a la frase que golpeaba mi cabeza...por qué los mitos son importantes, y son reales en la vida...y que cuando hablamos de mundos y tierras lejanas, también hablamos de lo que nos pasa y sucede en lo cotidiano. Que la realidad se puede mirar tras muchos cristales y los mitos son uno de esos cristales...

A medida que avanzaba la tarde-noche, más ganas tenias de seguir escuchando y hablando sobre el saludo particular de los elfos al verse y... el largo caminar que tienen los nombres propios, tal y como Bárbol le explicaba a los Hobbits...

En la sala, había un silencio enorme, y las palabras de Eduardo nos dejaban sin aliento. En algún instante, tomaba algunas notas...de las cuales rescato..."Elen sila lummen omentielmo" "una estrella brilla sobre la hora de nuestro encuentro" (es como se saludan los Elfos). Mi mente pensó entonces en otras lenguas, como el gaélico, donde también se saludan con largas palabras...no basta un "hola" para recibir un encuentro...en los saludos antiguos, se desean el bien, la paz...y resulta  curioso que Tolkien escogiera que los elfos tuvieran una forma particular al comunicarse...

Quienes asistimos,  nos quedamos con ganas de más...y hubiésemos seguido en nuestro Eagle and Child particular, con pipa y cerveza (me he aficcionado a la Grinberguen) hablando sin

 parar de los mitos, del significado profundo de las palabras y del viaje que éstas hacen para significar lo que acaban significando.

Cuando terminó la conferencia, y dejamos de pensar que todos somos a veces, un poco como los personajes del libro...nos acercamos a Eduardo, para seguir charlando sobre las palabras...
Por casa tengo dos libros suyos. Una biografía cortita de Tolkien titulada: "El Mago de las Palabras" y un libro que ya es difícil de encontrar...titulado "Tolkien o la fuerza del Mito".
De camino a casa, seguía en la Tierra Media, con Bilbo, Barbol...con Luthièn y Beren...Y de algún modo, en la cotidianeidad de la vida, observaba que a veces tengo algún "anillo" del que me cuesta desprenderme y que en ocasiones soy como Boromir, necesitada de normas sociales que seguir y a las que servir y ser leal...otras soy como Gandalf, y creo que haría todo el bien del mundo con los medios apropiados...pero... ¿el bien justificaría los medios? ¿Qué "bien" justifica medios? ¿El "bien" que yo creo? Frases como éstas, que había escuchado de los labios del conferenciante, eran las que viajaban en mi mente sin parar...y con las que quería llegar a Los Puertos Grises...



Casa de Tolkien, en sus
últimos años.

Hoy, tomando café, con la amiga que me descubrió este libro y que los mitos son reales, queríamos regresar a esa Tierra Media, donde los árboles nos hablan y nos cuentan las realidades de este mundo y de otros...
A veces, nos reunimos como Tolkien, y mientras avanzan las horas,...hablamos de sueños, cuentos, libros y por su puesto...MITOS.
Este año, quiero hacer más entradas sobre Tolkien...hace muchos años leí la biografía de Carpenter y algunas de sus cartas...me gustaría volver a leerlo. Además...muchas de las visitas a Oxford han estado motivadas, en gran medida, por conocer algo más sobre la vida de este gran escritor, al que admiro mucho. Pero no sólo a él...también a quienes formaban la TBCS, a los Ingklings,...y colarme en el tiempo...para escuchar sus voces (aunque no entienda mucho, por mi oxidado inglés). Quizá sólo se quede en una intención...pero al menos pienso intentarlo.
Siento no escribir tanto como me gustaría, ni pasarme por los blogs (ésto último me encanta, y durante esta semana tomaré serias medidas al respecto)...espero tomar fuerzas y organizarme mejor más adelante.