Abril y Helene Hanff
Un día como hoy, hace ya muchas lunas...nació nuestra querida amiga Helene Hanff. Hoy habría cumplido cien años. Para celebrarlo, he cogido a 84 Charing Cross Road de la librería, y lo he "desenterrado"...mis ojos se ha dirigido a los pasajes que más me gustan... He olido sus hojas, como habría hecho ella con otros libros que no fueron escritos por su pluma...he mirado si tenía notas en los márgenes, o si había subrayado alguna palabra...o hacia alguna referencia los libros que ella citaba y que había "heredado" de Q. Muchas veces me pregunté por Q...¿quién diablos era? ¿Se trataba de un escritor de éxito? ¿un antiguo profesor? ¿el genio de James Bond?...Q tenía vida propia, era más que una letra del abecedario. Para Helene Hanff, era una especie de profesor a distancia, con quien había ido aprendiendo.
Era la persona que la había guiado en la vida literaría...Sir Arthur Quiller Couch. Hay un libro de Helene Hanff, dedicado a todos los libros que ella leyó Q's Legacy. Ahí podemos encontrar mucho más...Aún lo estoy esperando...sé que algún día caerá.
Ella aprendía de forma autodidacta, a través de la lectura,...de vivir acontecimientos pequeños y hacerlos grandes en su vida, de sus guiones corregidos... Desde niña tuvo una educación diferente. Su padre, a pesar de no tener dinero, la llevaba al teatro, cuando el resto de niños y niñas de su entorno, no podían ir. Él tenía contactos y podían ver obras teatrales importantes,... un poco a escondidas. Me la imagino de pequeña en cuclillas y sin una copa de martini, ni un cigarrillo que llevarse a la boca...quizá unas chuches,...y tal vez abrazando el programa de taquilla con la esperanza de volver...sintiendo que lo guardaría como un gran tesoro.
Abril fue el mes que la vio nacer y la vio morir. Fue en un mes como Abril, en el día de su cumpleaños, cuando le llegó un libro de la librería que amaba en Londres. Un lugar en el mundo que a pesar de los muchos kilómetros que los distanciaban, ella admiraba y amaba... un lugar en el que hoy en día, desgraciadamente, hay un Mc Donalds...y en el que también está su placa...
Gracias a ella, a esa librería,...podía adquirir todas las palabras que su curiosidad necesitaba alimentar.
La imagino paseando por Central Park, con un libro pequeño en su bolsillo y al que se agarra de cuando en cuando...
Va en contra de mis principios comprar un libro sin haberlo leído antes: es como comprar un vestido sin habérmelo probado.
Helene tenía sus preferencias a la hora de elegir libro y...todo esto lo sabemos por Charing Cross Road. Le sigue otro libro, The Duches of Bloomsbury Street...muy recomendable, aunque aún no esté traducido...se lee muy bien. Suele estar al final de 84 Charing Cross Road y cuenta su primera incursión en su amada Londres.
Mirando las estanterías...me detengo en uno de los muchas de las versiones de 84 Charing Crooss Road. De algún modo lo colecciono. Tengo una versión en noruego y otra en francés. Creo que aprendería el idioma de tener que vérmelas con libros tan maravillosos como este. Sin embargo hay una edición muy especial que tiene la introducción de Anne Bancroft,...está escrito en 1991, y habla del libro como si de un encuentro de amor se tratase. Se lo encontró en el mar...a través de una persona que pensó que le gustaría leer ese libro. Después fue su marido, como regalo de aniversario, quién le regaló hacer la película. (Sé que esto ya lo escribí en otro rincón...pero a veces, repetirse no viene mal...)
Hoy dedicaré parte del día a leer Charing Cross Road, me tomaré un té a su salud, aunque sea trabajando...y pensaré en lo mucho que el mundo la echa de menos. ¿Será que a veces el mundo se vuelve más gris cuando se nos marchan personas que parecen "imprescindibles"? Pero no...ella vive intensamente...ella está aquí, está a mi alrededor, en las estanterías llenas de libros...está junto a otras grandes escritoras,...cerca de su amiga Jane Austen. Le gustó mucho leer Orgullo y Prejuicio, más de lo que imaginaba al principio. Está no muy lejos de su adorado Henry Newman...con su idea de una universidad...(libro que compré pensando en ella, y que prometo leer algún día).
Sin duda, la invitaré un día a tomar el té...a ella la tendré otra bebida que le atraiga más...
Dejo un poema de Yeats, que a mí me ha gustado mucho siempre...y que no solo he escuchado con la voz de Anthony Hopkins,...
Si tuviese yo las telas bordadas del cielo,
Recamadas con luz dorada y plateada,
Las telas azules y las tenues y las oscuras
De la noche y la luz y la media luz,
Extendería las telas bajo tus pies:
Pero, siendo pobre, sólo tengo mis sueños;
He extendido mis sueños bajo tus pies;Pisa suavemente, pues pisas mis sueños.
Yeats.
Felicidades Helene...allá donde estés...
Estos días estaré fuera...pero a la vuelta contestaré a los comentarios que tengo pendiente y me pasearé por vuestros blogs.
Era la persona que la había guiado en la vida literaría...Sir Arthur Quiller Couch. Hay un libro de Helene Hanff, dedicado a todos los libros que ella leyó Q's Legacy. Ahí podemos encontrar mucho más...Aún lo estoy esperando...sé que algún día caerá.
Ella aprendía de forma autodidacta, a través de la lectura,...de vivir acontecimientos pequeños y hacerlos grandes en su vida, de sus guiones corregidos... Desde niña tuvo una educación diferente. Su padre, a pesar de no tener dinero, la llevaba al teatro, cuando el resto de niños y niñas de su entorno, no podían ir. Él tenía contactos y podían ver obras teatrales importantes,... un poco a escondidas. Me la imagino de pequeña en cuclillas y sin una copa de martini, ni un cigarrillo que llevarse a la boca...quizá unas chuches,...y tal vez abrazando el programa de taquilla con la esperanza de volver...sintiendo que lo guardaría como un gran tesoro.
Abril fue el mes que la vio nacer y la vio morir. Fue en un mes como Abril, en el día de su cumpleaños, cuando le llegó un libro de la librería que amaba en Londres. Un lugar en el mundo que a pesar de los muchos kilómetros que los distanciaban, ella admiraba y amaba... un lugar en el que hoy en día, desgraciadamente, hay un Mc Donalds...y en el que también está su placa...
Gracias a ella, a esa librería,...podía adquirir todas las palabras que su curiosidad necesitaba alimentar.
La imagino paseando por Central Park, con un libro pequeño en su bolsillo y al que se agarra de cuando en cuando...
Va en contra de mis principios comprar un libro sin haberlo leído antes: es como comprar un vestido sin habérmelo probado.
Helene tenía sus preferencias a la hora de elegir libro y...todo esto lo sabemos por Charing Cross Road. Le sigue otro libro, The Duches of Bloomsbury Street...muy recomendable, aunque aún no esté traducido...se lee muy bien. Suele estar al final de 84 Charing Cross Road y cuenta su primera incursión en su amada Londres.
Mirando las estanterías...me detengo en uno de los muchas de las versiones de 84 Charing Crooss Road. De algún modo lo colecciono. Tengo una versión en noruego y otra en francés. Creo que aprendería el idioma de tener que vérmelas con libros tan maravillosos como este. Sin embargo hay una edición muy especial que tiene la introducción de Anne Bancroft,...está escrito en 1991, y habla del libro como si de un encuentro de amor se tratase. Se lo encontró en el mar...a través de una persona que pensó que le gustaría leer ese libro. Después fue su marido, como regalo de aniversario, quién le regaló hacer la película. (Sé que esto ya lo escribí en otro rincón...pero a veces, repetirse no viene mal...)
Esta es la versión/formato que mas me gusta. |
Sin duda, la invitaré un día a tomar el té...a ella la tendré otra bebida que le atraiga más...
Dejo un poema de Yeats, que a mí me ha gustado mucho siempre...y que no solo he escuchado con la voz de Anthony Hopkins,...
Si tuviese yo las telas bordadas del cielo,
Recamadas con luz dorada y plateada,
Las telas azules y las tenues y las oscuras
De la noche y la luz y la media luz,
Extendería las telas bajo tus pies:
Pero, siendo pobre, sólo tengo mis sueños;
He extendido mis sueños bajo tus pies;Pisa suavemente, pues pisas mis sueños.
Yeats.
Felicidades Helene...allá donde estés...
Estos días estaré fuera...pero a la vuelta contestaré a los comentarios que tengo pendiente y me pasearé por vuestros blogs.
Feliz cumpleaños a Helen Hanff. Su maravilloso librito fue el que me hizo aficionarme a los "libros sobre libros". "84, Charing Cross Road" me hizo llorar de emoción al descubrir a un alma gemela en cuanto al amor a la literatura y las cartas.
ResponderEliminarGracias Ilona,...qué bien encontrarse con almas afines, que conocen a una mujer tan maravillosa como Hanff.
EliminarNo lo conocía María, y la verdad, ahora lo busco fijo, porque ha sido como volar en el tiempo y verme ahí junto a ella. Adoro descubrir nuevos autores, que no son nuevos, tú me entiendes. Estoy de acuerdo contigo en eso de que el mundo a veces se puede volver más gris cuando algunas personas no están, pero Helen sigue aquí, en cada párrafo, línea, letra y sentimiento. Muchos besos :)
ResponderEliminarMargarita...¡¡qué envidia!! ¡¡Vas a leer por primera vez 84 Charing Cross Road!! Solo te digo que lo vas a disfrutar mucho. Aquí he escrito mucho sobre ella, por si quieres ver otras entradas previas a tu lectura.
EliminarEl mundo se torna en colores grises cuando alguien se marcha, pero también sale el arco iris...y la luz del atardecer...sigue siendo maravillosa...es decir, de algún modo, están presentes...mucho más de lo que imaginamos.
Un abrazo grande
Querida María gracias por presentarme a Helen...leyéndote siento que me transmites tu pasión por la lectura y dan ganas de dejarlo todo para solo leer...
ResponderEliminar¡Me encanta visitarte!
un Beso
Princesa, un beso muy muy grande, Helene es maravillosa...imagino que ya la conoces...y volver a leer con ella, es muy bonito...Un beso grande
EliminarUna gran mujer sin duda!! Este es uno de esos casos en los que uno lamenta no haber conocido aunque fuese brevemente, a ciertas personas que el tiempo o la distancia no lo han permitido... aunque ciertamente como es el caso, gracias a sus escritos y a tu blogg, María, podemos recibir tan gratas e interesantes visitas y saber algo más de sus sueños ; )
ResponderEliminarTomo nota de las recomendaciones.
Gracias!! Feliz cumpleaños, Helene.
Thornton, sin duda fue una gran mujer, a pesar de que pasara desapercibida...Gracias por tus palabras...Ella sigue estando muy presente en todo lo que nos rodea de la vida, en especial en los pequeños momentos...y en los libros que te hacen sentir bien...que te hacen respirar...
EliminarUn libro, una lectura, de la que guardo un recuerdo muy especial...
ResponderEliminarMe he quedado prendada de la edición que mencionas con una introducción de ¡Anne Bancroft!! qué lujo... Y el poema de Yeats... No, si el lujo, cómo no, es pasarse por aquí y tomarse un té relajante, desconectada del mundo, en paz...
Un abrazo
Uff...¡¡qué libro, verdad!!?? De cuando en cuando hay que volver a leerlo. Una ve la vida más sencilla, y humilde. No se necesita mucho para ser feliz...
EliminarPETRIFICADA me quedé yo, hace unos años cuando vi la edición con la introducción de Anne Bancroft. Muy recomendable. Además la edición es en tapa dura, pero de tacto suave.
Un abrazo enorme y gracias por venir...me iré a verte pronto.
Maravillosa tu entrada. Llena de serenidad y belleza. Leí hace tiempo el libro de la señora Hanff, cuando supe de la película no pude evitar verla. La pareja protagonista lo hacen muy bien, aunque yo tengo especial debilidad por el señor Hopkings. Siempre tan veraz en sus interpretaciones.
ResponderEliminarLa historia tiene mucho de melancolía. Tiempos duros que se van, con sus ratos maravillosos. Otros nuevos llegan, lástima que no todos podrán disfrutarlos. La vida también pasa a través de las puertas de una vieja librería.
Un abrazo, María.
Dorcas, me alegro que la hayas conocido...que te haya gustado ver algo de su obra en cine...y siento que no hayas podido en teatro, porque también fue maravillosa...
EliminarEs una historia sobre el amor a los libros...además de ser verídica. Lo cierto es que personalmente no la encuentro nada melancólica.
Un abrazo