Atardecer en Estambul
Resumir en pocas palabras lo que ha sido este viaje para mí, es bastante difícil. Sabía que había cosas que me iban a gustar, pero desconocía las miles de sensaciones que se han despertado en mí. He podido escribir poco en mi cuaderno, pero las imágenes y los recuerdos, no paran de agolparse en mi cabeza. El viaje no ha sido tan largo, tan sólo estuvimos un semana,...y ahora soy consciente de lo mucho que nos hemos dejado atrás. Creo que será destino de viaje de nuevo...en el futuro.
He experimentado el sabor de las comidas de un modo diferente, (allí se come de modo distinto, el pan tiene algo especial) el olor del bazar de las especias, las mazorcas de maíz (no paras de ver puestos ambulantes, igual que con los perritos calientes en Nueva York), la fruta que constantemente te acompaña en todas las comidas y calles, el pescado recien obtenido,...y por su puesto.... las sonrisas de los vendedores ambulantes, de los niños, las caricias de las madres a sus hijas, los pañuelos, los pies descalzos frente a la mezquita...el imperio bizantino escondido y redescubierto tras los moisaicos (San Salvador Chora, fue un maravilloso descubrimiento) la caligrafía...el té...Todo es distinto y al mismo tiempo sientes que la globalización está al acecho, especialmente cuando atraviesas Isiklal Caddesi (una calle comercial que atraviesa una de las zonas occidentales a un lado del Cuerno de Oro).
Disfrutar de un atardecer en Estambul, viendo como el sol cae sobre las siete y media de la tarde, mientras, observas desde lejos los miraretes de las Mezquitas, desde donde más tarde llamarán a la oración...es realmente sobrecogedor.
Nos alojobamos frente a la antigua embajada británica y muy cerca de donde Hemingway y Agatha Cristie se alojaban para, tal vez, escribir en algún cuerderno pinceladas de futuras novelas.
Tuvimos el aliciente de acudir a una boda, y esto hizo de este viaje, algo más especial. Los bailes turcos se parecen de algún modo a los griegos, bailaban en círculos concentricos, y el raki se parece a otra bebida turca muy estimulante. Por cierto...cuidadín con el raki, puedes no recordar lo que hiciste a la mañana siguiente!!!
Iré contando más cosas más adelante...para no olvidar lo bello que ha sido todo esto...sin duda, hay algo de mí allí y otro algo que me he traido conmigo y que poco a poco iré compartiendo.
Poco a poco iré visitando los blogs...que he echado mucho de menos.
Sin dudas que debe haber sido un viaje maravilloso, lleno de descubrimientos.
ResponderEliminarEspero que nos cuentes más.
Hola!!
ResponderEliminarMe alegro de verte de nuevo por aquí y de que hayas disfrutado de tus vacaciones :-)
Nos leemos,
Tanakil.
¡María, ya te tenemos de vuelta! Las fotos ya hablan por sí solas, el paisaje es mágico, como salido de un cuento. En persona tiene que ser más deslumbrante.
ResponderEliminarMe alegro por ti. Cuando las personas viajan se enriquecen más, debe ser por ese intercambio cultural.
Esperamos con ganas esa segunda parte de tu viaje.
Besos.
He oído hablar mucho de los amaneceres y los atardeceres de Estambul. Qué bien q hayas estado allí. Yo he vuelto de Dublín hace tan sólo hace 12 días y parece que ya hace siglos de eso porque necesito otras vacaciones!!!Saludos
ResponderEliminarBienvenida, Maria!
ResponderEliminarParece que el viaje ha cumplido las espectativas, verdad? ya nos irás contando más cosas.
Un abrazo.
P.D:acabe ya el libro de "La sociedad literaria(...)".He de decirte que tenias razón, me ha cautivado.Todos los personajes son especiales,todo rueda en torno a E.y se intuye el final...Por cierto, que ganas de conocer la isla!! otro lugar que añadir a la lista!
QUe ganas tenía de leerte otra vez. Me han entrado unas ganas enormes de ir a Istambul
ResponderEliminarBienvenida y espero con ganas que sigas relatando tu viaje
María me has puesto los dientes largos, yo hice ese viaje hace unos años y vine encantada de conocer esa ciudad tan especial.
ResponderEliminarUna tarde nos fuimos a la parte oriental,para desde allí,poder cotemplar el atardecer, no te digo como fue,no tendría palabras.
Feliz retorno y espero tus comentarios.
Un saludo
Teresa
¡Qué bien verte de vuelta y que hayas disfrutado tanto estos días!
ResponderEliminarLas fotos son preciosas, desde luego, y al natural sería aun mejor.
Estoy aguardando por sus crónicas turcas. Crónicas de paseos, desayunos y cenas. Impresiones de bazares, regateos y colores turcos. Mujeres hermosas ataviadas de túnicas vaporosas. librerías, encuadernaciones, paisajes.
ResponderEliminarsaludos
Luciana, ha sido un maravilloso descubrimiento. No creí que me gustara tanto. Iré poco a poco, buscando espacios para contaros más.
ResponderEliminarTanakil, yo también os echo de menos. Ha sido maravilloso. Me acordé mucho de ti, por la cantidad de gatos que hay.
Un abrazo.
Patricia, estoy deseando escribir más y contaros. Pero ahora me apetece saber de vosotras/os y leeros.
El viaje...muy recomendable.
Millones de besos.
Audrey, el atardecer fue maravilloso. No he puesto la mejor foto, porque no la tenía conmigo. Por cierto, Dublin!!!! Qué genial!! Lo conocí un par de días hace ya unos años. Me acerqué a ver a "James Joyce". Besos
Marci, el viaje me ha gustado más de lo que creí en un principio.
Es una ciudad preciosa. Llena de contrastes y colores.
Por cierto, me encanta que hayas finalizado el libro...tenemos que hablar de él...intentaré pasarme por tu blog hoy y me cuentas!!
Besos!!
Emma, pues la verdad es que es una ciudad mágica. Espero que algún día puedas visitarla. Y regatear en el Gran Bazar!! (jeje)
Besos
Teresa,...creo que es la maravilla de viajar...ver los atardeceres desde puntos distintos del mundo. Desde oriente es diferente. Estambul tiene una ubicación muy peculiar, verdad??
Besos
Cristina, es una ciudad que no te deja indiferente. Hay muchas sensaciones entremezcladas.
Un abrazo grande
Mariano, todo lo que cuentas es cierto...aunque también da mucha lástima ver a las mujeres ataviadas hasta los ojos, sin poderlas ver. Esa invisibilidad, se removía en mi interior. Puede que sea cultural (aquí hacemos otras cosas). Saludos!!!
Bienvenida de nuevo amiga al ciberespacio. Deseando estoy de volver a leerte y a que compartas con nosotros/as tus experiencias.
ResponderEliminarMil besos
Bienvenida María. Me alegro de que te haya gustado tanto Istambul. Creo que es una de esas ciudades que por mucho que te aconsejen y expliquen, siempre impresiona por sus colores, olores, contrastes y sensaciones que produce.
ResponderEliminarEspero con ansiedad mas cronicas.
Aldonza...Irás...y te cautivará. Un abrazo!!
ResponderEliminarGuacimara, no he podido dejarte ningún mensaje en tu blog...no me deja.
Gracias por la información. Disfruté mucho con las flores de Alejandría que me recomendaste...Faltó Topkapi...para la próxima ocasión!!
Qué maravilla, María!! Desde luego para los que hemos tenido la suerte de vivirlo es una experiencia muy recomendable, que a nadie puede dejar indiferente... merece la pena ser saboreado poco a poco.
ResponderEliminarLas fotos son preciosas. Gracias por tendernos ese puente hacia Estambul.
María querida:
ResponderEliminar¡Bienvenida de nuevo! ya extrañaba leerte...¡que viaje! ¡que fotos tan bonitas nos compartes! en vivo y a todo color ha de ser aún más impresionante. ¡Gracias por contarnos tus impresiones y espero impaciente la continuación!
Besos,
Ale.
¡¡Hola María!!, gracias por la descripción y fotos tan bellas, seguro vienes cargada de tés; las mezclas del bazar de las especias son fabulosas. A mí me encantaron esos vasitos típicos para tomarlo.
ResponderEliminar¡Espero la reseña de la boda!
¡¡Besos!!
Gracias Thorton, imagino que tu viaje también tuvo que ser muy interesante. Y como tú dices, es un viaje que merece la pena saborearlo poco a poco...sin dejarse llevar por todo lo que hay qué ver.
ResponderEliminarUn saludo.
Ale, gracias por pasarte por aquí...Yo también te eché de menos.
Besos
Andrómeda, al final no compré té, pero sí los vasos donde los servían. La boda, fue maravillosa, pero no fue una boda típica turca. Fue en Asia y muy occidental. Ya conteré algo más sobre ella.
Traje piñones y delicias turcas, jeje.
Besos!!
María, que bien que ya está de regreso, y con tantas anecdotas para contarnos. Estambul debe ser un lugar de cuento, con sus buenas y malas cosas, es una forma distinta de hacer las cosas, de pensar y actuar. Es muy grato lo que nos cuentas. Gracias por compartir estas viviencias,
ResponderEliminarUn abrazo enorme, nos vemos
Anouna