Noche neoyorquina en Paris

Salí a comprar un perrito caliente...de esos que no hacen en New York, pero que están muy ricos, y los hacen en la tienda de "de todo un poco" de la esquina. Por sólo tres euros podíamos cenar dos personas...(bueno, si incluyo bebidas un poco más). Siempre compro un perrito de más para no quedarme con ganas de más.

Pues estando en estas, noche de viernes, entré en el cine...con entradas en mano para ver la última película de Woody Allen "Midnight Paris".  En principio, parecía que íbamos a ser muy pocos, pero una vez sentada, y con la música de ambiente habitual, vi que la sala se iba llenando gradualmente. Incluso eso de conocer gente a pesar de ser una ciudad grande, si frecuentas los mismos lugares, se vuelve común. Y sin saber cómo me veía preguntando qué tal a personas que entraban en la sala intentando atravesar las butacas.

Luces apagadas, y de pronto...estamos en Paris. En la ciudad que.. ¿nunca duerme?...en esta película desde luego, queda como la ciudad onírica, nostalgica, mágica, a la que una quiere volver siempre. La fotografía de las películas de Woody Allen siempre me ha gustado muchísimo, y en esta no es para menos.

La película comienza con un entramado de parejas...Y poco a poco, te vas descolgando junto al protagonista, de esas historias interminables y conversaciones en las que cada uno mantiene su punto de vista a ultranza, para introducirte en otro mundo...en la media noche de Paris. Con su luz, su magnetismo, sus sueños... No voy a contar mucho más...aunque me encantaría...para no destripar la película. Adelanto que es bastante onírica, y surrealista. Con rasgos a la Rosa purpura del Cairo...y que me ha gustado muchísimo, pero que no tiene por qué ser la mejor película de Allen (no sé decidir esas cosas). Simplemente es muy agradable de ver, y sin duda...Después de verla, apetece esa conversación con amigos, (en la que te puedes ver retratada/o, no igual, pero de forma similar, que en las escenas que él establece cuando junta a varias personas que dan su opinión sobre determinado tema, en la que siempre está presente la psicología, las neurosis de cada quién...el duelo por defender una idea, un pensamiento)...y que siempre son muy enriquecedoras, cuando la competitividad no se respira en el aíre.

Y así, después de saborear un perrito y medio, entras en la sensación que ver una película de Woody Allen te deja...Sin más...un chocolate caliente y a la cama. Soñando que quizá te has perdido por alguna calle de Paris y pasa...aquello que siempre has soñado que pasaría....la música que Woody Allen elige y a veces crea, ayuda a recrear ese ambiente.

Por cierto...llevo unos días con dificultades para escribir y dejar comentarios en mi blog y en los vuestros. Y...puf...como arte de magia, también hay algunos comentarios que he leído vuestros y que no veo por ningún lugar...¿? Creo que es algo derivado a mi cuenta, pero no estoy segura. O de Blogger...Espero solucionarlo pronto. Mi hermano, "el santo", quizá esta tarde  tendrá lástima de mí y tratará de averiguar cuál es el problema. Ya veremos...

Por si alguien se lo pregunta...sí...aparece la librería Shakespeare en la película.