Una escapada en el mar...con Oscar Wilde.
Durante unos días me he escapado a ver el mar...lo que más me gusta de él es simplemente mirarlo, pasear junto a él, quedarme quieta admirando su inmensidad...A veces dejar que las olas me arrastren de un lado a otro, pero esto no siempre es posible porque el mar que más me gusta, suele tener el agua muy fría. He pasado unos días perdida en el norte. Junto a unos cuantos libros, entre ellos, uno pequeño de Oscar Wilde, titulado "El ruiseñor y la rosa y otros cuentos de hadas". El librito lleva la portada y contraportada, de William Morris.
Últimamente disfruto mucho leyendo las introducciones de los libros. No sé si es que me gustan quienes las escriben o que simplemente, al hacer un resumen de parte de la vida del autor, me sirven de ayuda a la lectura que posteriormente realizo del libro. No siempre es así...a veces, cuando veo que la lectura de la introducción desvela gran parte del contenido del libro, la dejo...y la leo al final.
Con esta introducción no ha sido así...la leí desde el principio, y como digo, disfruté mucho de ella. Aquí he sabido, como a Oscar Wilde le interesaban los formatos en la edición de los libros, y en concreto la decoración floral de la época. Amaba la sencillez y la belleza. Era gran entusiasta de la visión artística del mundo, de todo lo que le rodeaba. Apenas sabía nada de él, pero envuelta en el paisaje que me rodeaba,...pensaba en cómo sería encontrame con Oscar Wilde de camino a la playa...
Utilizo estos cuentos, como prueba para comenzar a escribir en prosa. Y ante la alabanza de un actor que le escribío diciéndole lo mucho que le habían gustado sus cuentos, Oscar Wilde, le respondió: "Me alegro mucho de que le gusten mis cuentos. Son estudios de prosa, pero en forma de cuentos fantásticos; y están dirigidos a todos aquellos que han conservado sus facultades infantiles de sorprenderse y de gozar y que además, encuentran sencillas, las más sutiles maravillas".
Conozco muy poco de Oscar Wilde. Apenas he leído sobre él, pero leyendo este libro me doy cuenta de que seguramente sería interesante conocer más libros escritos por él. Tengo amigas a las que les encanta...en especial "El retrato de Dorian Grey".
Mi conococimiento se queda en algunas poesías y en especial...en una obra de teatro que fui a ver hace años: "La importancia de llamarse Ernesto", que fue estupenda. También leía la obra una vez vista en el teatro.
Durante estos días, no sólo he ido un rato a la playa o paseado junto al mar, he visitado las montañas, que tanto me gustan y allí, también había libros...de los que ya os hablaré.
Vuelvo a marcharme, pero antes de irme, pasearé por esos espacios vuestros, que tanto me gustan.
Últimamente disfruto mucho leyendo las introducciones de los libros. No sé si es que me gustan quienes las escriben o que simplemente, al hacer un resumen de parte de la vida del autor, me sirven de ayuda a la lectura que posteriormente realizo del libro. No siempre es así...a veces, cuando veo que la lectura de la introducción desvela gran parte del contenido del libro, la dejo...y la leo al final.
Con esta introducción no ha sido así...la leí desde el principio, y como digo, disfruté mucho de ella. Aquí he sabido, como a Oscar Wilde le interesaban los formatos en la edición de los libros, y en concreto la decoración floral de la época. Amaba la sencillez y la belleza. Era gran entusiasta de la visión artística del mundo, de todo lo que le rodeaba. Apenas sabía nada de él, pero envuelta en el paisaje que me rodeaba,...pensaba en cómo sería encontrame con Oscar Wilde de camino a la playa...
Estos cuentos se publicaron en su versión original con otro título y otros contenidos. No son los mismos cuentos que se publicaron hace más de cien años. En esta ocasión se han escogido cuatro...Y entre ellos está uno de los favoritos de mi infancia: "El Principe Feliz". Parece ser que también era uno de sus favoritos. Y según como lo leyera en inglés o en francés, lo imagina con distintos colores. Tenía el cuento en la mesita de noche, de niña, y recuerdo lo mucho que me impresionó que una cosa inanimada estuviera tan cargada de sentimientos. Desde entonces, miro de forma diferente a las estatuas.
Utilizo estos cuentos, como prueba para comenzar a escribir en prosa. Y ante la alabanza de un actor que le escribío diciéndole lo mucho que le habían gustado sus cuentos, Oscar Wilde, le respondió: "Me alegro mucho de que le gusten mis cuentos. Son estudios de prosa, pero en forma de cuentos fantásticos; y están dirigidos a todos aquellos que han conservado sus facultades infantiles de sorprenderse y de gozar y que además, encuentran sencillas, las más sutiles maravillas".
Conozco muy poco de Oscar Wilde. Apenas he leído sobre él, pero leyendo este libro me doy cuenta de que seguramente sería interesante conocer más libros escritos por él. Tengo amigas a las que les encanta...en especial "El retrato de Dorian Grey".
Mi conococimiento se queda en algunas poesías y en especial...en una obra de teatro que fui a ver hace años: "La importancia de llamarse Ernesto", que fue estupenda. También leía la obra una vez vista en el teatro.
Durante estos días, no sólo he ido un rato a la playa o paseado junto al mar, he visitado las montañas, que tanto me gustan y allí, también había libros...de los que ya os hablaré.
Vuelvo a marcharme, pero antes de irme, pasearé por esos espacios vuestros, que tanto me gustan.
Qué bien que ya tengas vacaciones y puedas ir a leer al mar. Aunque esté fría el agua, el mero echo de estirarse en la arena y leer bajo una sombrilla con la brisa del mar en la cara es maravilloso... mmmm!
ResponderEliminarDel libro que has comentado me parece haber oído hablar en alguna tertúlia a Noemí.
Un beso y que tengas unos buenos días de vacaciones!
Qué lindas fotografías, transmiten ya el aire de vacaciones.
ResponderEliminarSabés que no conozco el mar, sólo fui a Brasil cuando era un bebé y el mar está a más de 600 km de mi ciudad. En realidad, siempre preferí ir a la montaña, pero espero ir pronto a conocerlo.
Saludos.
María: recuerda que sobre el mar borges decia que:
ResponderEliminarQuien lo mira lo ve por vez primera,
siempre.Con el asombro que las cosas
elementales dejan, las hermosas
tardes, la luna, el fuego de una hoguera...
y continua con admirable rigor y hermosura.
y yo que vivo en una ciudad a la orilla de el, lo comprendo.
un abrazo
Desde mi niñez el mar es sinonimo de placer, juegos, siestas, lecturas, paseos, charlas... en la playa me siento bien a rabiar, aunque no soporto el sol. Así que mi infraestructura suele ser importante, pero aún así no perdono ese dolce farniente.
ResponderEliminarPetó
No hay como recargar pilas a la orilla del mar, pisar la arena fina y respirar su aire fresco, aunque a una, no la puedan mecer sus olas.
ResponderEliminarTambién me gusta leer la introducción de los libros, antes, durantes y despues de leer el libro, me ayuda a situar la historia y aunque de este autor no conozco mucho, tambien recuerdo ese cuento "El principe feliz", no me dejaba indiferente, cuando lo leía.
Un abrazo.
Parece que has disfrutado muchísimo de todo. De los libros (Oscar Wilde es buen compañero de viaje, por lo que veo) y de los paisajes, que por lo que se ve en las fotos han sido preciosos.
ResponderEliminarEspero que en la nueva escapada sigas disfrutando de ambos.
Guacimara, sí este año las he cogido pronto, aunque no están siendo del todo como esperaba. El mar del norte, fue maravilloso...me gusta siempre ir allí a leer o quedarme quieta mirándolo...(quizá con cara de atontada). No llevo sombrilla, aprovecho una sombra que hay bajo la pared. Allí dejo mi cabeza.
ResponderEliminarUn abrazo grande!! Y Feliz Verano para ti también!!
Luciana, gracias!! La última foto está hecha con el móvil, pero no salió mal del todo. Las otras tres con cámara de foto habitual.
El mar te espera, Luciana...A mí tampoco me gustaba porque tenía la idea del mar de todo el mundo apiñado buscando sol, o sombra, pero tirados en la arena...y sin apenas huecos para respirar.
Pero luego descubrí las playas más fresquitas...aquellas donde la gente no suele ir a bañar. Allí descubrí de nuevo el mar.
Las montañas, siempre han sido mi debilidad.
Un abrazo!!!
Julio e. ¡¡qué bonito lo que escribes de Borges!! Creo que no lo había leído nunca.
Qué suerte...poder perderte de cuando en cuando, quizá tempranito para ver el amanecer o el atardecer...en el mar.
Nos leemos!! Saludos!!
Susana, ¡¡viva la playa con sombras!! Yo suelo ir con muy pocas cosas. A veces hasta se me ha olvidado la crema solar...en fin...
Un abrazo y qué disfrutes de tus descansos playeros.
Rosa, la verdad es que es un cuento que no deja nada indiferente. Se entrega casí sin darse cuenta...debe ser que el amor es así.
Hay introducciones maravillosas...¡¡cómo la de 84 Charing Cross Road, verdad!!
Un beso grande!!
Cristina, muchas gracias. Ha sido una escapada reconfortante. Ahora hago otra...pero esta vez, al sur.
ResponderEliminarBesos!!
Nunca me canso de mirar el mar. Sobre todo me gusta el mar gallego, porque el idioma de sus peces me es más familiar. Leí de pequeño los cuentos de Oscar Wilde y me gustaba mucho esa sensibilidad que tiene. Su vida fue dura, al menos a ratos. Me gustaba su poema La balada de la cárcel de Reading donde lo internaron por cuestiones de homosexualidad. Una víctima de su tiempo. Un saludo.
ResponderEliminarNo sabía que te gustaba escaparte hacia aguas frías, por lo que leo es más por la quietud que por bañarte, lo entiendo. Además la vista es preciosa con esos acantilados norteños.
ResponderEliminarMe gusta mucho la última foto.
A Oscar Wilde estoy por conocerlo a través de El retrato...
Que sigas teniendo tan buenas lecturas.
Un abrazo.
Amo el mar, vivo en una ciudad a 30 km del mar, asi que forma parte de mí, no soporto mucho tiempo sin ir, y es mi lugar preferido para las lecturas. Nada como una playa de invierno y un cafecito... pero también en verano, con todo el bullicio, logro abstraerme y concentrarme mas de lo habitual. Ojalá en unos días pueda ir, aunque ahora aquí hace mucho frío,incluso hay pronóstico de nieve.
ResponderEliminarTambién me gustó mucho su obra De profundis, escrita cuando estaba en la cárcel. Ahí se ve el lado más reflexivo y profundo de Oscar Wilde. Yo creo que él jugaba a parecer más frívolo de lo que era, porque alguien que lo es de verdad, ni en la adversidad escribe lo que él escribió.
ResponderEliminarUn beso
Mar y montaña es lo que más me gusta..., como no aguanto el calor, mi playa en verano no me gusta. Así que como tú ire al norte en vacaciones, a sentir el frío del agua y a leer en la playa.
ResponderEliminarHe leído cosas sueltas de O. Wilde, ¿otra lectura pendiente? No llego a todo.
Preciosa y sugerente entrada como todas las tuyas, Maria.
Un abrazo.
Qué bonitas fotos, María!!
ResponderEliminarY qué bueno que hayas recordado ese cuento en particular. Yo también tuve "el príncipe feliz" de pequeño y me gustó mucho. Aún recuerdo las ilustraciones; y la historia, que es muy bonita también me marcó en cierto modo. y es que, como dices, hay cosas que vivimos de niños que siempre llevaremos con nosotros, aunque sea en un rincón escondido de la mochila...
Te deseo muchos y buenos momentos más como estos en el mar y la montaña... y en tan buena compañía literaria.
Eso es la playa de Salinas??? vivo en Avilés y me ha parecido!
ResponderEliminarMe encanta tu blog, solo leerlo y verlo ya sería suficiente pero además me has hecho descubrir libros, lugares, experiencias...Gracias!
Alicia
¡Hola, María! Wilde es un escritor que me encanta, sus cuentos siempre me dejan una sensación de tristeza, en especial El ruisenor y la rosa. ¿Has leído El fantasma de Canterville? Es estupendo, seguro que te encantaría.
ResponderEliminarLeí hace años El retrato de Dorian Gray y también recuerdo lo agradable que resulta leer sus comedias, en especial La importancia de llamarse Ernesto que no he visto representada :(, o El abanico de Lady Windermere .
Por cierto, qué manera tan sugerente de describir el mar y qué imagen tan linda.
¡Abrazos!!
El mar siempre es fascinante
ResponderEliminarLos mares del Sur con sus aguas transparentes de color turquesa siempre me han atraido y he desado bañarme en ellos
...y los mares del Norte con sus aguas frias de ese color azul intenso
Un paseo por la orilla del mar a primera hora de la mañana es una experiencia única
Recuerdo leer "La importancia de llamarse Ernesto " con la profesora de inglés en el instituto
y me encantaría volver a hacerlo
Un Beso
El mar me encanta pero si no estuviera tan lleno... prefiero los lugares donde no haya demasiada gente o donde haya un poco de sombra. Cada vez es más difícil llegar hasta ellos, como mínimo en mi ciudad ;)
ResponderEliminar¡Cuentos de Oscar Wilde! Igual que Andrómeda, creo que te gustaría mucho El fantasma de Canterville. Quizá prefiero sus cuentos y obras de teatro a El retrato de Dorian Grey, que se me hizo un poco pesado a veces. Y coincido contigo en disfrutar de las introducciones de los libros: hay algunas preciosas, de las que te hacen disfrutar todavía más el libro de lo que lo haces. Hace unos días leí una preciosa, la de Cheerful Weather for the Wedding que publicó Persephone, escrita por una amiga de la autora (Julia Strachey) y es todo un panegírico a una amiga que perdió hacía muchos en plena juventud. Te encantaría. Eso sí, si veo que en la introducción van a desvelarte demasiado del libro, la dejo. Me pasó con Los amores de Sylvia, por ejemplo.
Muchos besitos!
Hace muy poquito pasé el fin de semana navegando en velero por el mediterráneo, había ido en otro tipo de embarcaciones pero nunca en una de estas. ¡Cuantas sensaciones! fundamentalmente la de libertad, pero también, y apesar de que estábamos 8 personas, la de soledad.
ResponderEliminarLas lecturas de Oscar Wilde, también me llenan de sensaciones...
Preciosas fotografías amiga!
Un saludo.
Hola María: el mar es otra cosa en verano y ese mar que enseñas es estupendamente azul-celeste límpido. Dan ganas de sentarse en una playera y leer todo WIlde. Leí El retrato de DOrian Grey, El fantasma de Canterville y creo que no leí nada más de WIlde, es decir, lo desconozco por completo. Creo que es más conocida su vida, en esa época victoriana represora, que su magnífica obra.
ResponderEliminarque leas mucho en esa playa copada.
saludos
El mar, el mar...siempre el mar. Yo ya estoy situada en mi lugar de verano, en la montaña cerca del mar, en la punta más a Levante de la peninsula. Justo hace unos días visioné El abanico de Lady Windermere. Wilde sigue siempre gustándome. Ahora vuelvo a leer a Edith Wharton, a la que le estoy dedicando una atención especial este verano. Leo "Escribir ficción", un ensayo dirigido a aquellos que se plantean escribir o a los que ya lo hacen. Y a los lectores de ficción, para que entiendan los enfoques y los esfuerzos del autor ante la página en blanco. Disfruta de tu veraneo, María! Un abrazo muy fuerte!
ResponderEliminarEnhorabuena 1) por las fotos y 2) por el buen gusto a la hora de elegir la lectura. :-)
ResponderEliminarBueno, soy adicto a Wilde y su ingenio es capaz de hacerme reír y pensar cada vez que lo leo o releo. Creo que su vida es más concida de lo que debería y su obra menos de lo que sería justo. Asi que tu misma. El "Retrato de Dorian Gray" (que mala la ultima pelicula de esta novela, por cierto), casi cualquiera de sus cuentos o si te gusta leer teatro, el que quieras ("El abanico de Lady Windermere", "Un marido ideal", "Una mujer sin importancia....". Y sus ensayos tampoco son malos....
Saludos
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ResponderEliminarHace mucho que no me pasaba por aquí ¡ando tan mal de tiempo! y mis ojillos ¡se quejan tanto del ordenador!!!...
ResponderEliminarEs siempre un placer leerte.
Yo tampoco conozco mucho de Oscar Wilde, pero hace tiempo que me apetece leer más cosas de él. La obra de teatro que comentas "La importancia de llamarse Ernesto", la vi en película y me encantó.
Un beso y disfruta de tus viajes.
Ana
MUCHAS GRACIAS A TODOS/AS POR VUESTROS COMENTARIOS.
ResponderEliminarTodos los pensamientos son bienvenidos, siempre que estén provistos de buenas palabras y sin juicios de valor. Eliminaré aquellos que consideré que faltan a ese lenguaje y resulten hirientes. Avenarte, seguro que lo has leído antes de que lo suprimiera y sabes a lo que me refiero.
Los insultos están fuera de lugar en este blog. Gracias
De Oscar Wilde, me queda mucho por descubrir. Y estoy de acuerdo con quienes dicen que se conoce más su vida privada que su vida profesional, como autor.¿Y qué se conoce de su vida privada?... ¿Todo?... ¿Lo que nos quieren mostrar? Las vidas intimas son personales e intransferibles, por mucho que se escriba o se sepa de alguien. Nadie está en el pensamiento último de una persona. Bastante tenemos con el nuestro, verdad?
Saludos, y un abrazo cordial a todos/as. Me ha encantado leeros. Iré leyéndo vuestras entradas con paz.
Querida María, a mí me encanta Oscar Wilde. Aunque era bastante misógino y tremendamente vanidoso, me parece un escritor brillante y prácticamente todo lo que he leído de él me ha gustado mucho.
ResponderEliminarTe recomiendo Un marido ideal, La importancia de llamarse Ernesto, El fantasma de Canterville y El retrato de Dorian Gray.
Un gran abrazo
Indira,...si la verdad es que he leído poco de él. Pero me interesa cada vez más. Tendré en cuenta los títulos que me recomiendas.
ResponderEliminarUn abrazo grande!!
María:
ResponderEliminara mi me gusta mucho el mar...escucharlo, respirarlo, pasear por la arena mientras las olas llegan a mis pies. Me quedo contemplandolo y pensando ¿cuántas personas están en este momento en otras playas, en otros lugares del mundo viendo esta inmensidad? sería bonito encontrarse con Oscar camino a la playa ehhh, ya me imagino que se quitaría su sombrero para saludar...y esa respuesta a la carta del admirador parece ser escrita para tí.
Aquí el agua del mar está calientita en esta época del año. Es una delicia...
un beso,
Ale.
Sí...el encuentro con Oscar fue especial,...incluso se ofrecio a llevarme la bolsa de las toallas...
ResponderEliminarTuve suerte con el tiempo, aunque no lo suficiente como para bañarme. El agua del norte en España tiene esa peculiaridad. No obstante, hay quienes se arman de valor y se bañan.
Disfruta mucho de esas aguas calentitas de Mexico...deben ser una gozada.
Besos!!