Montreux y Jazz...y un Castillo
Siguiendo este viaje por el Ródano, nos encontramos, en pleno lago Leman, una pequeña ciudad que mira de frente a las montañas, y quizá le haga un guiño a su país lindante, Francia. Desde allí, puedes ver las luces de la otra orilla, donde algunas de las que ves brillar, ya pertenecen a Francia. Estando allí, no podíamos perdernos, vivir parte del Festival de Jazz que allí se celebra todos los años durante el mes de Julio.
Alrededor del muelle, y mientras a un lado puedes ver un paisaje de ensueño y dar la sensación de estar en total silencio y tranquilidad...si giras la cabeza al lado contrario, te encuentras rodeada de música del mundo por todas partes. No sólo jazz, versionando canciones antiguas y nuevas creaciones...sino también otro tipo de música...aquella que puedes denominar del mundo, porque no sabes a quién pertenece...y no es que entienda mucho de música, pero sentía que era un festival para todos. Evidentemente, el Jazz era la estrella protagonista. El ambiente estaba lleno de gente de todas las edades y nacionalidades. Podías sentarte a cenar frente al lago, rodeada gran parte de personas que provenían de todo el mundo. Entre la música, encontrabas puestos de venta de todo tipo: de sombreros, de pendientes y anillos, de tés del mundo, de pintura, de masajes orientales...era como estar metida en una especie de mercadillo medieval!! Pero con música de Jazz de fondo!!
Escuche esos músicos que iban por la calle alrededor del muelle y que llegaban hasta la estatua de Freddy Mercury (parece ser que se retiró a vivir aquí...y no eligió nada mal, el lugar es maravilloso). También había la posibilidad de coger entradas para escuchar a Natalie Cole, a Sting, a Seal...Todos ellos me habría encantado escuchar, pero finalmente no pudo ser. A Sting ya le escuché hace unos años en directo y merece la pena...
También había un escenario montado en un parque, a pocos metros del muelle (por no decir a dos pasos), donde escuchabas a diferente grupos (de rock, blues, jazz...) Una de las noches tocó un grupo que nos gustó bastante: Magazine Gap...
En las guías de viaje que he leído, apenas nombran la ciudad antigua de Montreux. Pero encontré un plano, muy curioso, en el que te invitaba a descubrir la parte más vieja de la ciudad. Así que subí cuesta arriba...(la ciudad está escalonada, mirando al lago), y encontré una Iglesia en lo alto, desde la que tenía unas vistas maravillosas de la ciudad. Luego seguí bajando por las calles empedradas, encontrandome con fuentes, bicis, relojes situados en los lugares más insospechados...
Las calles estaban vacías, apenas había gente, por no decir nadie. Algo curioso que me suele pasar siempre, es que debo dar la sensación de vivir en la ciudad que visito, ya que siempre suelen pararse para preguntarme por alguna calle...y yo con un francés del que apenas salgo del buenos días, les contesto que no soy de aquí. La cámara de fotos colgada y algún libro en mi mano en el que indique guía, no parecen ser indicios suficientes. Estando en esa bella iglesia de San Vicente, de pronto escuché música de órgano...a Bach en concreto, así que pasé, y vi como tocaba una mujer solitaria con sus partituras...Me quedé allí dentro, un rato sentada, escuchandola.
Allí encontré lugares de los más bellos, y como era la hora mágica del atardecer, la luz era preciosa y se reflejaba en los edificios antiguos de forma especial.
Montroux no estaba lejos de donde me alojaba. Como a unos cinco minutos en tren. Y además, los horarios de tren eran de lo más cómodos. Pasaban cada poco tiempo, e incluso, debido al Festival pusieron trenes a horas de madrugada.
Esta ciudad, tiene otra peculirar
Alrededor del muelle, y mientras a un lado puedes ver un paisaje de ensueño y dar la sensación de estar en total silencio y tranquilidad...si giras la cabeza al lado contrario, te encuentras rodeada de música del mundo por todas partes. No sólo jazz, versionando canciones antiguas y nuevas creaciones...sino también otro tipo de música...aquella que puedes denominar del mundo, porque no sabes a quién pertenece...y no es que entienda mucho de música, pero sentía que era un festival para todos. Evidentemente, el Jazz era la estrella protagonista. El ambiente estaba lleno de gente de todas las edades y nacionalidades. Podías sentarte a cenar frente al lago, rodeada gran parte de personas que provenían de todo el mundo. Entre la música, encontrabas puestos de venta de todo tipo: de sombreros, de pendientes y anillos, de tés del mundo, de pintura, de masajes orientales...era como estar metida en una especie de mercadillo medieval!! Pero con música de Jazz de fondo!!
Escuche esos músicos que iban por la calle alrededor del muelle y que llegaban hasta la estatua de Freddy Mercury (parece ser que se retiró a vivir aquí...y no eligió nada mal, el lugar es maravilloso). También había la posibilidad de coger entradas para escuchar a Natalie Cole, a Sting, a Seal...Todos ellos me habría encantado escuchar, pero finalmente no pudo ser. A Sting ya le escuché hace unos años en directo y merece la pena...
También había un escenario montado en un parque, a pocos metros del muelle (por no decir a dos pasos), donde escuchabas a diferente grupos (de rock, blues, jazz...) Una de las noches tocó un grupo que nos gustó bastante: Magazine Gap...
En las guías de viaje que he leído, apenas nombran la ciudad antigua de Montreux. Pero encontré un plano, muy curioso, en el que te invitaba a descubrir la parte más vieja de la ciudad. Así que subí cuesta arriba...(la ciudad está escalonada, mirando al lago), y encontré una Iglesia en lo alto, desde la que tenía unas vistas maravillosas de la ciudad. Luego seguí bajando por las calles empedradas, encontrandome con fuentes, bicis, relojes situados en los lugares más insospechados...
Las calles estaban vacías, apenas había gente, por no decir nadie. Algo curioso que me suele pasar siempre, es que debo dar la sensación de vivir en la ciudad que visito, ya que siempre suelen pararse para preguntarme por alguna calle...y yo con un francés del que apenas salgo del buenos días, les contesto que no soy de aquí. La cámara de fotos colgada y algún libro en mi mano en el que indique guía, no parecen ser indicios suficientes. Estando en esa bella iglesia de San Vicente, de pronto escuché música de órgano...a Bach en concreto, así que pasé, y vi como tocaba una mujer solitaria con sus partituras...Me quedé allí dentro, un rato sentada, escuchandola.
Allí encontré lugares de los más bellos, y como era la hora mágica del atardecer, la luz era preciosa y se reflejaba en los edificios antiguos de forma especial.
Montroux no estaba lejos de donde me alojaba. Como a unos cinco minutos en tren. Y además, los horarios de tren eran de lo más cómodos. Pasaban cada poco tiempo, e incluso, debido al Festival pusieron trenes a horas de madrugada.
idad...y es que puedes ir andando para descubrir un Catillo o Châteou que se encuentra a unos cuarenta y cinco minutos del muelle. Es un paseo muy agradable...te encuentras de camino con la estatua de Freddy Mercury, pero también con otras muchas obras de arte...y por supuesto, con músicos...de cualquier lugar del mundo que imagines.
De este catillo, Lord Byron compuso un poema (incluso, descubrí que hay un banco para sentarse, en el que podías pulsar unos botones y escuchar el poema de Lord Byron...en varios idiomas...lo pulsé pero debía estar estropeado...muy curioso, desde luego). Victor Hugo, también habló sobre él...y más y más personajes literarios y de otros tiempos, han elogiado la situación estrategica del Castillo en el Lago Leman.
Me refiero al Châteou de Chillon. Guarda dentro de sus piedras los pensamientos de muchas personas...Tanto de la historia (los duques o reyes de Saboya lo habitaron), como personas de todos los momentos...incluso, y para mí las más importantes, personas desconocidas, que se quedan mirando y observando lo bello que es.
La verdad es que dediqué varios momentos en este viaje, a visitar el castillo desde fuera. Merece la pena ir en la despedida del sol. Había tres o cuatro personas haciendo fotos...o en silencio. Simplemente admirando la belleza del momento presente.
Escribo y sorbo té ya templado de Earl Grey crema...a pesar del calor, sigo siendo fiel al té negro con leche y caliente.
Qué delicia debió ser escuchar jazz a la orilla de esa precioso lago. Desconocía por completo ese castillo, que la lado del lago y con la puesta de sol debe parecer mágico.
ResponderEliminarMe encanta tus crónicas de viajes. Nos haces viajar contigo.
Un beso.
Que bonita tu entrada, la verdad que me transportas al lugar, sería magnifico vivir en un lugar así, tan lleno de calma y con flores tan hermosas, me imagino que es una delicia leer así!!
ResponderEliminarBesos.
Qué lujo de estancia...para qué pedir más...vacaciones, Suiza, lagos, castillos y encima Festival de Jazz.
ResponderEliminarPetó
Guacimara!! Fue estupendo escuchar jazz, pero como digo, hubo otras músicas del mundo.
ResponderEliminarYo también desconocía la existencia del Castillo y su historia...(parece ser que es muy famoso), pero ahora no paro de verlo. Incluso en las chocolatinas Lind.
La verdad, es que cuando te leo...también viajo contigo...Incluso dentro de la misma ciudad.
Un abrazo!!
Luz, sí, sería maravilloso vivir allí una temporada ;)
Besos!!
Susana, la verdad es que sí!! Bss!!
Qué lugares tan pintorescos, bellos y románticos!
ResponderEliminarEse castillo es una hermosura y seguro que esconde historias magníficas.
Saludos.
esta claro que cuando visitas un lugar lo disfrutas y te integras a el deteniendote en los pequeños detalles, y eso debe notarse y por eso te paran como a una local.
ResponderEliminarpara nosotros un placer, porque tus cronicas dan siempre ganas de ir al lugar.
un abrazo
Gracias por cvompartir con nosotros ese maravilloso viaje,soy también de las que intento retener en mi retina toda la belleza que descubro en los lugares que visito
ResponderEliminary yo tampoco renuncio a un té caliente a pesar del calor
Un Beso
De verdad que es un lugar precioso, he tenido la oportunidad de conocerlo y es realmente una maravilla. Junto al castillo, a su derecha, descubrimos un pequeño merendero con orilla al lago, a la sombra de los árboles, donde algunos, hacian un pequeño picnic-barbacoa, otros descansaban de una jornada intensa de visitas turisticas, y otros se daban algún que otro chapuzón.
ResponderEliminarUn lugar con mucha belleza, digno de recordar "junto una buena taza de té".
Un abrazo.
Qué maravilloso viaje, María!! Mientras me tomo una taza de café-mocca (o algo parecido de elaboración propia), he disfrutado con tu música y tu viaje guiado, desde la entrada anterior, por unos lugares tan encantadores que además, vistos a través de tu mirada, son una verdadera delicia. Cada persona puede captar sensaciones muy variadas de un mismo sitio, así que gracias. Las fotos son chulísimas.
ResponderEliminarHe pinchado en tu enlace del festival de jazz y es una pasada!! No lo conocía antes y veo que esta ha sido la 45ª edición... y Qué cantidad, calidad y variedad de artistas.... me ha impresionado.
Un abrazo. (¿Cómo continúa el viaje?).
De ensueño, qué delicia, María. Buena música, paseos, lago, castillos... no se puede pedir más. Me ha encantado tu viaje.
ResponderEliminarBesotes.
Qué bonitas las fotografías que has hecho! Debe haber sido muy relajante pasear por esas calles y encima disfrutar de buena música.
ResponderEliminarEl castillo es precioso. Hace tiempo mencioné este Châteou de Chillon en un post (http://www.ovejaselectricas.es/?p=1151). Tiene unas mazmorras muy bellas pero también tenebrosas donde muchos prisioneros vivieron en condiciones muy duras.
Como siempre, un placer leerte, María.
Un abrazo
Luciana la verdad es que sí...es un lugar maravilloso. El castillo tiene muchos secretos guardados...
ResponderEliminarPero no lo visité por dentro. Quizá alguna otra vez...¿quién sabe?
Besos!!
Julio e. muchas gracias!! No puedo hablar de la cocina suiza...no probé más que los desayunos...que por cierto...tienen unos crousanes riquísimos.
Saludos!!
Princesa Nadie...alzo mi taza de té humeante por tus palabras!! Un abrazo!!
Rosa, sí...hay gente que sigue llendo allí para hacer picnis. De las dos veces que lo visité, una de ellas, ya no estaban, (al atardecer no se tienen muchas ganas de baño) y quedabamos pocos admirando el paisaje. Nos tienes que contar esos recuerdos, me encantaría leerlos!!
Un beso!!
Thorton, la verdad es que fue una pena que con la gran variedad de artistas: Liza Minelli, Seal, Sting, Natalie Cole...y muchos más, no pudiera asistir a ninguno de los conciertos. Quizá pueda en otra ocasión. De todos modos, los músicos de la calle, no tocaban nada mal...tenían su propio estilo.
Gracias por las palabras!! Un saludo!!
Patricia, qué foto más bonita has puesto!! Se te ve inmensamente feliz.
Suiza, te espera con tu peque...está llena de alternativas para niños y niñas!!
Besos!!
Indira, ahora tengo que salir, pero cuando regrese, no me pierdo tu lectura sobre el Castillo. Un abrazo grande!!
María:
ResponderEliminar¡que bonitas las fotos que nos regalas! que bonito poder pasear así por una ciudad, dejar que te llene a través de los sentidos. Que bueno que pudiste disfrutar de la música, los paseos, detenerte a mirar...eso me gusta mucho de tí: como observas lo que te rodea ¡gracias por compartir!
un beso,
Ale.
Ale, que alegría verte por aquí!! Y creo que has dejado varios comentarios...Muchas gracias a ti, por pasearte por este espacio y dejar tus palabras.
ResponderEliminarLa música, el paisaje, y el buen tiempo, fueron fundamentales en este viaje...Aunque también hubo tormentas y granizadas, pero...duraron tan sólo unas horas...luego salió el sol de nuevo.
Un abrazo enorme!!
Estuve en el lago Leman pero con coincidí con el Festival de Jazz (aunque si vi los carteles ya pasados). En ese momento pensé lo estupendo que hubiera sido poder disfrutar del festival... y ahora te leo, que así era.
ResponderEliminarPreciosas fotos de la puesta de sol en el Castillo.
Un abrazo!!
El Festival es genial...espero que algún día, y viendo lo mucho que te gusta la música, llegues a ir a disfrutarlo!!
ResponderEliminarBesos!!
María, seguirte en el viaje es una delicia, ¡voy a buscar ese poema de Lord Byron!
ResponderEliminarLas fotos están preciosas.
¡Un abrazo!!
He encontrado el poema, pero no sé si está bien traducido. De momento se equivocan llamando al Lago Lemán, lago Ginebra.
ResponderEliminarhttp://www.dim.uchile.cl/~anmoreir/escritos/byron.html#chillon
Un beso grande!! (Gracias por comentar y leerme)
Hace poco, releyendo a Nabokov, me he vuelto a acordar de lo mucho que me apetecería visitar Montreux, para ver las habitaciones del Hotel donde vivió durante años con su esposa Vera, unas habitaciones con balcón que daba directamente al lago.
ResponderEliminarEnvidiable, María
Debió de ser una maravilla!! Hay muchos hoteles caros con muy buenas vistas en Montreux.
ResponderEliminarLa verdad es que espero volver algún día. Hubo cosas que no vi, por falta de información y de tiempo.
Saludos!!
Que bonita ciudad María!
ResponderEliminarLa verdad es que no la conocia... pero debe ser maravillosa por como la has descrito y por las bonitas fotos. Además la combinación Suiza+Festival de Música+ Tranquilidad es siempre un destino perfecto :D
¡Tenía ganas ya de descubrir una ciudad como esa para poder ir!
Preciosa entrada!
Muchas gracias por pasarte por mi Abadía
Besos,
Susan
Susan, gracias por pasearte por aquí. Sí...es un bello destino. Ya sabes...mochila o maleta al hombro...y a descubrir el mundo...¡¡Qué nos está esperando!!
ResponderEliminarUn beso!!