"Marktwainmania" y el billete de un millón de libras

¿Cómo es posible que en un libro tenga tanta información relevante, para los tiempo que corren hoy día...y en menos de 70 páginas? Quizá es que no se necesita de tantas palabras, sino en decir las adecuadas.
Este verano, puedo decir que he sentido "marktwainmania"...he leído y buscado libros suyos de los que desconocía su existencia.
Mientras creía que Huckleberry Finn era el mejor el libro de Mark Twain, y que representaba como pocos, momentos históricos de la historia americana,  a través de las aventuras de unos niños,...no sabía que en las repisas de las estanterías de las librerías me esperaba más de una sorpresa. Entre ellas este libro. Pequeño y conciso. Con el que me he reído a carcajada, y he aprendido que el ser humano, no ha cambiado mucho...de hecho la verdadera crisis, es más profunda...quizá de principios éticos que parecen olvidados en el trastero de la historia y del que muy poca gente quiere participar.

Este libro es más conocido por sus versiones cinematográficas que por la existencia en sí mismo.  Probablemente muchos hemos visto a un Gregory Peck intentado salir de la pobreza por las calles de un Londres de hace más de un siglo. La película representa grandes escenas del libro e intentan que sea lo más fidedignas posibles. Pero en determinados momentos, existen grandes diferencias que poco tienen que ver con el libro, por no decir nada...(suele pasar cuando un libro se lleva a las grandes pantallas).

Hay otra versión más, aún menos fidedigna, en la que aparece Eddie Murphy, la tradujeron como "De mendigo a millonario". (en inglés: Treading Places)

Mark Twain nos relata como sí él mismo fuese quien trastea por las calles de Londres, algo que comer, y como si esa situación ya hubiese pasado, en feed back y en varias ocasiones se dirige el lector directamente.

Comienza relatando su historia desde San Francisco. Como él era un corredor de bolsa que vivía placidamente en aquella zona del mundo y cómo por circunstancias absurdas se ve al borde de la muerte cuando está viajando sólo en su barca. Le recoge un barco mercante que se dirige a Londres y en el que sobrevive trabajando con su esfuerzo. De manera que cuando llega al destino: Londres, se encuentra sobreviviendo como un vagabundo.

Por otro lado en Londres, dos hermanos, hacen una apuesta...y para ello necesitan un hombre con un determinado perfil: pobre, extranjero y honesto.

Encuentran a ese hombre en aquel que vino en el barco mercante. Le dan un sobre con una carta y le dicen poco más. Él ve que en el sobre hay dinero, pero no sabe cuánto de manera que se dirige a un restaurante para poder comer una buena comida. En un primer momento, reaccios los dueños a servirle, le proponen que coma en la zona más deshabitada del restaurante. Allí le sirven comida, con la desconfianza por su aspecto de que pueda pagarles...finalmente cuando saca el billete del sobre y lo ve, se quedan todos asombrados. Como nadie tiene cambio de un billete de un millón de libras, no importa que les deje cuenta a deber y es más...se le trata como si fuese un rico excentríco que ha querido vestir de pobre. Así él va sobreviendo en Londres...llevando un billete de un millón de libras y dejando deudas tras de sí.

Leyendo cada página de este libro, te das cuenta de lo importante que es el sentido del humor en la vida. Pero al mismo tiempo, de cómo somos los seres humanos y cómo nos dejamos llevar por las apariencias. El libro fue escrito en 1893...y a mí me recuerda a la situación actual...sí alguien tuvo o tiene un papel con dinero, no importa...puede pedir crédito siempre que quiera...El problema se vuelve importante cuando toca devolverlo. ¿No estamos viviendo una situación similar? ¿Seguimos dejándonos engañar por las apariencias? En el libro ese problema también es importante, y Mark Twain lo resulve con maestría. Con cierto riesgo, pero también teniendo en cuenta la previsibles que es a veces, el ser humano. 

Pero esta "marktwainmania" que siento no sólo la vivo con este libro, sino con varios que se están traduciendo. Con relatos que voy encontrando en libros escritos por varios autores, y con otros libros...como "El diario de Adán y Eva" que me han hecho descubrir a un escritor muy diferente de cómo lo imaginaba. Es de lo más refrescante para estos días de calor que estamos viviendo por estos lados del mundo.

Como curiosidad en Málaga, hay una calle llamada Mark Twain...entre escritores y cineastas.