Un plan...¿perfecto?

Agua a hervir, el sonido es inconfundible...y echar el agua en la tetera que contiene el té que más necesites ese día....escuchar esos ruidos, mientras observas como el agua va cambiando de color a pesar de que es demasiado pronto... Mmmm...luego esperar unos minutos...en mi vida suelen ser cuatro, y...voilà...un aroma a té envuelve la cocina. Luego, espero un rato más...para que repose. Y ahora viene el momento de escuchar el sonido del té cayendo en la taza...Después, sí es necesario, un poquito de leche, no mucha...y un par de cucharillas de azúcar moreno.

Veo la taza humear...mientras la llevo a la zona donde voy a estar leyendo, o escribiendo...o trabajando.... Esto forma parte de un plan perfecto...sí además lo compartes, es ya un momento más perfecto aún...aunque el té de primera hora de la mañana, me encanta disfrutarlo a solas...bueno, con buena música de fondo, con algo de incienso, y la luz de la mañana cubriendo el nuevo día. O la lluvía esa que nos hace tanto bien a veces...puede que no esté sola del todo...

Un día precioso el de hoy...caminar por las calles vacías de mi ciudad, que aún se despertaba de una noche larga. El cielo nublado, las temperaturas frías pero tirando a templadas...y escurriendose algún que otro rayo de sol por entre las nubes...Ver la plaza vacía...cuando habitualmente está llena de gente... solo estaban los jardineros...que cuidan las flores,... los rosales que tanto amo...y que ahora están totalmente podados, y parece que duermen aún...su fragancia aún no está disponible,... pero sé que en breve podremos envolvernos en su aroma.
La vida, a veces,  proporciona momentos sencillos y pequeños que hacen sonreir nuestras vidas. No tienen por qué ocurrir situaciones muy sorprendentes...los detalles estan a nuestro alrededor...y a veces cuesta verlos, pero están ahí...para que los disfrutemos. Para que nos ofrezcan esa paz y armonia interior que a veces se pierde en el mundo de la prisa, de la velocidad, de la eficacia...

Hace poco...sin dudarlo un instante, ya que es inevitable ver a Colin Firth en cartelera y no aparecer, tuve que "esforzarme" he ir al cine con una gran sonrisa en la cara. Nos reímos muchísimo...es de esas películas, bien hiladas... que hacen que en determinados momentos no puedas escuchar lo que dicen, porque no paras de reír (al menos en nuestro caso). Mi compañero de viaje  y yo, disfrutamos mucho del guión de los hermanos Coen...bastante diferente a los que nos tienen acostumbrados habitualmente, y al estilo de las películas de Blake Edwards, pero con ese toque especial a los Coen.

No hay que desmerecer al resto de actores...en especial a Alan Rickman...que siempre termino quitandome el sombrero ante él. O un poco habitual Tom Courtenay, que ya le vimos en Little Dorrit y en otras películas imprescindibles.
Cuando he estado navegando en la red, me he encontrado con críticas no muy favorables...debe ser que no soy objetiva, pero a mi, sin pensar que es una obra maestra...me encantó pasar ese momento disfrutando de una película inteligente, con un buen sentido del humor...
No voy a decir mucho más de la película,...es mejor verla y sonreir.

 

Gerbera

 Mientras suena la música del piano de Amélie...puede que una se sorprenda  la cantidad de variedad de momentos que pueden sucederse en un solo día. Sí pudieramos captarlos con la cámara de nuestros ojos, y después verlos!! Puede que una se quede llena de colores por dentro,...¡¡puede que pase y que no nos estemos dando cuenta!! Habrá que prestar atención.
Parecen que llaman a la puerta, creo que es "un nuevo momento"...acompañado de una rica taza de té...