El Viaje de Shackleton, William Grill
"No puede fracasar jamás un hombre que dé muestras de gran valor, de constante determinación y de impávida resistencia". Roald Admundsen
Esta frase, aunque fue dicha por otro explorador, me recuerda mucho a Shackleton...
Antes de comenzar un viaje,...aquí despego mi imaginación... veo una mesa llena de mapas, lápices, reglas, alguna brújula, unos prismáticos, linternas, libros de expediciones, cuaderno de bitácoras...En fin...No creo que la mesa de Ernest Shackleton fuera así, pero estoy convencida de que estudió mucho el viaje antes de realizarlo.
Desde luego, era para estudiarlo, su compañero de otra expedición, Scott, había perdido la vida y la de algunos de sus compañeros...de manera, que Shackleton, en esta nueva aventura a la Antártida, estaba dispuesto a cambiar algunos aspectos del viaje.
Cómo llegar, qué hacer, cuántos perros llevar...todo era tiempo de dedicación para un viaje en el que explorarían la Antártida cómo nunca se había hecho antes...de trecho a trecho.
Para ello la preparación mental es importante. Imagino que Shackleton estaba concienciando para todo...incluso para un cambio de rumbo en sus planes, si fuera preciso.
Leyendo este libro gráfico, me quedo pensando como pudo realizarse todo en esos meses de preparación...Imagino miles de preguntas que se haría como explorador, y otras que irían surgiendo a medida que iba llegando el día en que le zarparían. Algunas de ellas pudieron ser: ¿A quién me llevaría para un viaje así? ¿Quienes querrían estar a mis ordenes, quienes tienen pensado arriesgarse a morir por un sueño que quizá, es más mío que de otra persona? Viendo al mundo soy consciente de que muchas personas piensan parecido o que tienen/tenemos los mismos deseos. Para encontrarlas, qué mejor manera que dejar escrito un artículo en periódico, y ver quién te contesta. ¿Qué podemos escribir en este anuncio? Ser breves y concisos puede que nos ayude y al mismos tiempo, ofrecer un viaje interesante, pero lleno de adversidades...¿tendría miedo de que nadie se apuntara? A este viaje que iniciaba Shackleton se le añadía otro inconveniente; la Gran Guerra acababa de comenzar.
El país blanco por excelencia no ofrecía muchas contemplaciones y oportunidades a quienes lo visitaran, y podría mostrar su cara más fea.
Bueno, pues a pesar de eso que pienso que pudo pasar, Shackleton llegó a reunir a toda una tripulación de lo más variada, que estaba dispuesta a vivir en las condiciones extremas y peligrosas que proponía en el anuncio. Tuvo incluso que elegir entre esas personas que se presentaron...no todas fueron seleccionadas.
Si de alguna manera se le puede definir a Shackleton, es de resistir a pesar de las dificultades...es el jefe del que te puedes fiar y que no te abandona. Es capaz de renunciar a sus sueños por la vida de sus compañeros...y eso lo demostró. No quiso perder a ninguno de ellos...y a pesar de que "disfrutaron" de un gélido invierno y tuvieron que soportarse entre ellos...él motivaba al grupo para que esos momentos de debilidad se esfumasen lo antes posible. Junto a su segundo al mando, Wild, siempre tuvo la mente abierta a cambios y a ofrecer la mejor cara al peor tiempo. Con él, la esperanza nunca se pierde...es lo que sientes leyendo este libro.
Su viaje, y el de su tripulación fue increíble...de eso no cabe duda...a ´través de su experiencia, viajas al país balcón por excelencia; la Antártida.
Decían de él, el tripulante de otra expedición, en su libro "El peor viaje del mundo": Para una organización científica y geográfica conjunta dame a Scott, para un viaje invernal, Wilson, para una carrera al Polo y nada más, Amundsen, y si estoy en un maldito agujero y quiero salir, dame todo el rato a Shackleton».
En esta intrépida historia de exploradores y de supervivencia, gracias a los dibujos de William Grill vas divisando un mundo diferente, un lugar en el mundo en el que el silencio es el protagonista. A menudo te encuentras como Shackleton pensando qué hacer cuando el Endurance se hundió. Esta historia te enseña que el éxito también está en lo que quizá podría verse como un fracaso en un primer momento. Pero su viaje, fue otro...el de conseguir que su tripulación se mantuviera estable, lo más motivada posible...y con vida. Este era su reto.
Para conocer más sobre esta historia, hay muchos más libros escritos...este año se conmemoraba los ciento cuarenta años de su nacimiento y el inicio de un viaje con rumbo distinto. Nombres como "La isla Elefante" toman su lugar de forma inesperada en este viaje...
Como digo, hay más libros, uno de ellos pulula por las estanterías de casa; "Atrapados en el hielo" que fue un regalo del pasado año, y aún no he tenido la oportunidad de leerlo...pero sin duda caerá...igual que el Endurance.
Nuestro explorador, tenía tanto tesón y quizá había algo que la Antártida le ofrecía...que decidió hacer un viaje más...pero esa fue otra aventura...
Esta tripulación, rescatada de la Isla Elefante el día 30 de Agosto de 1916, decidió que siempre celebrarían ese día...estuvieran donde estuvieran...es una de las muchas anécdotas que comparten con nosotros...quienes nos aventuramos a leerlos, imaginando toda esa serie de penurias que tuvieron que pasar.
Fueron unos hombres ingeniosos, que sacaron provecho de las dificultades, e incluso fueron creativos ante la adversidad...leyendo el libro, con el apoyo de las imágenes dibujadas, puedes hacerte una idea de la vida diaria que llevaban y de que quizá...más de una vez...se encontraran consigo mismos, desesperados, sin ánimo de proseguir,...pero parece que trataban de buscar alternativas ante esos desafíos internos que les desmotivaban. Por eso, creo que en un viaje, es importante llevarse un libro, o algo de esa música que te hace vibrar, o ese cuaderno donde puedes dejar tus pensamientos...pero tampoco hay que llevarse mucho...para estar abiertos a lo que otras personas nos ofrezcan...o incluso esos descubrimientos que vayamos haciendo...
Aún la Antártida y sus exploradores forman parte importante de esta biblioteca que crece en casa. Quizá no logre ir nunca y no lo haría, es más, pienso que ya va demasiada gente a un país que se está derritiendo y al que no le ayuda el abuso de civilización. Probablemente me quejaría mucho del frío,...pensaría...¿qué hago aquí pasando tanto frío? Pero también, estoy convencida, miraría admirada lo que me rodea...el paisaje blanco por excelencia...(si el viento me lo permitiese). Terminé este libro, pero estoy también con otros...muy diferentes, algunos escritos muy cerquita de estas fechas cien años atrás...
Seguiré soñando con esas aventuras que nos cuentan libros como este. Tal vez...mi mesa se llene de mapas y alguna que otra brújula para seguir explorando.
Me despido con la frase final del libro: "Elegí la vida por encima de la muerte para mí mismo y para mis amigos...Creo que está en nuestra naturaleza el deseo de explorar, de adentrarnos en lo desconocido. La única derrota verdadera sería la de no salir a explorar jamás".
Ernest Shackleton
Todas las fotos han sido tomadas de la red de internet.
Esta frase, aunque fue dicha por otro explorador, me recuerda mucho a Shackleton...
Antes de comenzar un viaje,...aquí despego mi imaginación... veo una mesa llena de mapas, lápices, reglas, alguna brújula, unos prismáticos, linternas, libros de expediciones, cuaderno de bitácoras...En fin...No creo que la mesa de Ernest Shackleton fuera así, pero estoy convencida de que estudió mucho el viaje antes de realizarlo.
Desde luego, era para estudiarlo, su compañero de otra expedición, Scott, había perdido la vida y la de algunos de sus compañeros...de manera, que Shackleton, en esta nueva aventura a la Antártida, estaba dispuesto a cambiar algunos aspectos del viaje.
Cómo llegar, qué hacer, cuántos perros llevar...todo era tiempo de dedicación para un viaje en el que explorarían la Antártida cómo nunca se había hecho antes...de trecho a trecho.
Para ello la preparación mental es importante. Imagino que Shackleton estaba concienciando para todo...incluso para un cambio de rumbo en sus planes, si fuera preciso.
Leyendo este libro gráfico, me quedo pensando como pudo realizarse todo en esos meses de preparación...Imagino miles de preguntas que se haría como explorador, y otras que irían surgiendo a medida que iba llegando el día en que le zarparían. Algunas de ellas pudieron ser: ¿A quién me llevaría para un viaje así? ¿Quienes querrían estar a mis ordenes, quienes tienen pensado arriesgarse a morir por un sueño que quizá, es más mío que de otra persona? Viendo al mundo soy consciente de que muchas personas piensan parecido o que tienen/tenemos los mismos deseos. Para encontrarlas, qué mejor manera que dejar escrito un artículo en periódico, y ver quién te contesta. ¿Qué podemos escribir en este anuncio? Ser breves y concisos puede que nos ayude y al mismos tiempo, ofrecer un viaje interesante, pero lleno de adversidades...¿tendría miedo de que nadie se apuntara? A este viaje que iniciaba Shackleton se le añadía otro inconveniente; la Gran Guerra acababa de comenzar.
El país blanco por excelencia no ofrecía muchas contemplaciones y oportunidades a quienes lo visitaran, y podría mostrar su cara más fea.
Bueno, pues a pesar de eso que pienso que pudo pasar, Shackleton llegó a reunir a toda una tripulación de lo más variada, que estaba dispuesta a vivir en las condiciones extremas y peligrosas que proponía en el anuncio. Tuvo incluso que elegir entre esas personas que se presentaron...no todas fueron seleccionadas.
Si de alguna manera se le puede definir a Shackleton, es de resistir a pesar de las dificultades...es el jefe del que te puedes fiar y que no te abandona. Es capaz de renunciar a sus sueños por la vida de sus compañeros...y eso lo demostró. No quiso perder a ninguno de ellos...y a pesar de que "disfrutaron" de un gélido invierno y tuvieron que soportarse entre ellos...él motivaba al grupo para que esos momentos de debilidad se esfumasen lo antes posible. Junto a su segundo al mando, Wild, siempre tuvo la mente abierta a cambios y a ofrecer la mejor cara al peor tiempo. Con él, la esperanza nunca se pierde...es lo que sientes leyendo este libro.
Su viaje, y el de su tripulación fue increíble...de eso no cabe duda...a ´través de su experiencia, viajas al país balcón por excelencia; la Antártida.
Decían de él, el tripulante de otra expedición, en su libro "El peor viaje del mundo": Para una organización científica y geográfica conjunta dame a Scott, para un viaje invernal, Wilson, para una carrera al Polo y nada más, Amundsen, y si estoy en un maldito agujero y quiero salir, dame todo el rato a Shackleton».
En esta intrépida historia de exploradores y de supervivencia, gracias a los dibujos de William Grill vas divisando un mundo diferente, un lugar en el mundo en el que el silencio es el protagonista. A menudo te encuentras como Shackleton pensando qué hacer cuando el Endurance se hundió. Esta historia te enseña que el éxito también está en lo que quizá podría verse como un fracaso en un primer momento. Pero su viaje, fue otro...el de conseguir que su tripulación se mantuviera estable, lo más motivada posible...y con vida. Este era su reto.
Para conocer más sobre esta historia, hay muchos más libros escritos...este año se conmemoraba los ciento cuarenta años de su nacimiento y el inicio de un viaje con rumbo distinto. Nombres como "La isla Elefante" toman su lugar de forma inesperada en este viaje...
Como digo, hay más libros, uno de ellos pulula por las estanterías de casa; "Atrapados en el hielo" que fue un regalo del pasado año, y aún no he tenido la oportunidad de leerlo...pero sin duda caerá...igual que el Endurance.
Nuestro explorador, tenía tanto tesón y quizá había algo que la Antártida le ofrecía...que decidió hacer un viaje más...pero esa fue otra aventura...
Esta tripulación, rescatada de la Isla Elefante el día 30 de Agosto de 1916, decidió que siempre celebrarían ese día...estuvieran donde estuvieran...es una de las muchas anécdotas que comparten con nosotros...quienes nos aventuramos a leerlos, imaginando toda esa serie de penurias que tuvieron que pasar.
Fueron unos hombres ingeniosos, que sacaron provecho de las dificultades, e incluso fueron creativos ante la adversidad...leyendo el libro, con el apoyo de las imágenes dibujadas, puedes hacerte una idea de la vida diaria que llevaban y de que quizá...más de una vez...se encontraran consigo mismos, desesperados, sin ánimo de proseguir,...pero parece que trataban de buscar alternativas ante esos desafíos internos que les desmotivaban. Por eso, creo que en un viaje, es importante llevarse un libro, o algo de esa música que te hace vibrar, o ese cuaderno donde puedes dejar tus pensamientos...pero tampoco hay que llevarse mucho...para estar abiertos a lo que otras personas nos ofrezcan...o incluso esos descubrimientos que vayamos haciendo...
Imagen tomada del libro en internet. Como si fuera una foto, de la tripulación de Sir Enert Shackleton |
Foto encontrada este año y que pertenece a esta exploración |
Seguiré soñando con esas aventuras que nos cuentan libros como este. Tal vez...mi mesa se llene de mapas y alguna que otra brújula para seguir explorando.
Me despido con la frase final del libro: "Elegí la vida por encima de la muerte para mí mismo y para mis amigos...Creo que está en nuestra naturaleza el deseo de explorar, de adentrarnos en lo desconocido. La única derrota verdadera sería la de no salir a explorar jamás".
Ernest Shackleton
Todas las fotos han sido tomadas de la red de internet.
¡Hola, María! Justo el otro día estuve en la librería del Tate Modern y tuve este libro entre las manos. Al final no me lo llevé porque a mi hija no le hizo mucha gracia, pero entre tu reseña y que el New York Times lo ha premiado como uno de los mejores libros ilustrados del año, creo que volveré a por él. Lo que no sé es si será para mi hija o para mí, jejeje... ¡Besos! (Me ha encantado la cita del final.)
ResponderEliminarHalcombe, es un libro precioso, y los dibujos también. A mí me lo regalaron, porque saben lo mucho que me gustan los cuentos y especialmente, si me están hablando de exploradores/as.
EliminarUn beso grande y gracias, no sabía que el libro había recibido premios. Es muy sencillo y me encanta que eso también se premie.
¡Hola María!
ResponderEliminaryo no podría llegar tan al sur (o al norte) porque soy muy friolenta. Viviendo donde vivo, el invierno es cada año más duro (a saber por qué, me niego a pensar que son mis años jijiji).
¡¡Que delicia venir a leerte con mi café, mi manta y ver esos paisajes llenos de hielo! :D me apunto los títulos, espero encontrarlos en la FIL (y si no, ya me los traerá mi hermana para navidad).
Hermosas las citas que nos compartes. Seguro que era necesaria una gran disciplina mental para no dejarse llevar por la angustia, ver opciones antes de tomar acción, hacer una convivencia amable durante tanto tiempo.
Un beso,
Ale.
Para hacer lo que hizo Shackleton, hay que tener una fuerza interior muy grande. Son las personas como él, las que abren nuevos caminos al resto.
EliminarSaludos.
Ale,...jajaja...yo también soy muy friolera, pero creo que con los medios que hay hoy, al menos, pasaríamos menos frío. Lo peor sería ir como fueron ellos...en fin...no quiero ni pensarlo. Frío me está dando.
EliminarQué alegría que hayas venido con tu café caliente a visitarme...anota el libro, por lo menos para echarle un ojo, porque es agradable de ver.
Lo cierto, es que las reflexiones que nos traen los exploradores son sensacionales...Gracias a sus experiencias, sus palabras tienen mayor efecto. Son capaces de ver esperanza cuando todo parece perdido...o incluso superarse a sí mismos en diferentes momentos de la vida. Son geniales.
Gracias por venir, Ale, me encantan tus visitas
Dorca's, pues desde luego...hay que tener mucha fuerza interior...y vivir de una forma diferente a la establecida. Que nadie nos diga que no podemos hacer algo...
EliminarSaludos
Uf, tengo que hacerme con él, sí o sí, ya lo habñia visto pero tenía mis dudas y me ha encantado conocer los detalles en tu post. Un beso!
ResponderEliminarMeg...lo disfrutarás...ya me dices...Besos mil
EliminarQuerida María
ResponderEliminarUna aventura fascinante...me encantan los mapas ,siempre me han fascinado desde pequeña y me invitan a convertirme en exploradora con mi imaginación
Un Beso
Es fascinante, tú lo has dicho...una puede ser de pronto una más de la tripulación de Shackleton y verse dibujada en este libro. A pesar del frío...jajaja...Eso sí, seguro que tenían algo de té y libros...así que...¡¡qué más se puede pedir, además de estar viviendo un viaje tan interesante!!
Eliminar¡¡Besos grandes!! Tú también has sido una gran exploradora, y has tenido que descubrir otros caminos para llegar a tu "Antártida".
Si ya me llamaba la atención, ahora salgo totalmente convencida de llevarme a casa este libro
ResponderEliminarTiene toda la pinta de ser una joya
Besos
PD. Un post fantástico
Gracias, Mientras Leo, el libro es precioso...una no siente que se ha equivocado cuando lo ve en casa.
Eliminar¡¡Besos grandes!!
Hola María!
ResponderEliminarDescubrí este libro un día que andaba mirando estanterías y mesas de una librería. Tenía una portada tan bonita que destacaba entre todos los demás. Lo cogí para echarle un vistazo y enseguida me acordé de ti y de tus entradas de exploradores.En ese momento no me acompañó a casa, que una tiene que cortarse un poco con las compras. Pero me pareció precioso.
La entrada que tú has hecho de él es exquisita, te deja llena de ánimos y de valor para enfrentarte al mundo, como dice al final "la única derrota es no salir a explorar". Así que eso tendré que hacer, salir a explorar el mundo, sea de la forma que sea, cada vez que se me presente la oportunidad :)
Por cierto, ayer hablando con una amiga me estuvo comentando un libro que ella quería incluir en su lista de Reyes: Dibujos, de Sylvia Plath (Ed. Nórdica). Autora que conocí gracias a tu blog. Me gusta cuando tengo alguna conversación de libros, sobre todo con esta amiga que sabe un montón de literatura, y me sonrío cuando conozco un libro gracias a que he leído una entrada tuya o de algún blog amigo. Es maravilloso!
Espero que estés teniendo unas buenas semanas antes del adviento :) Un besazo fuerte!
Mi querida María José:
EliminarSeguimos muy conectadas...jajaja...Sylvia Plath está sobre mi mesa...y estantería, e incluso en una bolsa de tela...El libro que nombra tu amiga, es uno nuevo que han sacado sobre sus dibujos...este libro, aún no lo tengo, porque como bien dices, una se tiene que cortar un poco...pero está anotado, para verlo con calma en la librería y luego sopesar...no se puede tener todo...Aunque Sylvia me tienta mucho.
El libro que nombré justo en estas fechas el pasado año, es sobre poesía y mujer. Y es una delicia...porque aunque muchas son muy tristes...también te hacen los momentos por los que pasa una mujer o el caso del libro, tres mujeres.
Plath está en mis próximas entradas...ya contaré...me encanta esto de que los pensamientos se crucen de este modo.
A mí también me encanta esa frase sobre que la única derrota sería no salir a explorar...¡¡quieres creer que me acordé de ti, mientras la copiaba!!, Y es que este año (desde Sept 2013) eres toda una exploradora en varios terrenos de la vida. Y probablemente...como esos mismos exploradores, tuviste que elaborar rutas diferentes a tu viaje en lo que a la vida se refiere...en fin...que me voy por las ramas...y parece que de repente he entrado en tu Lapin para charlar...con pipa larga y todo...eh??
Bueno...ya se acerca el Adviento y momentos muy bellos...
Un abrazo muy grande
Después de leerte, me he dado cuenta que no debo tener alma de aventurera! Sin dudas un relato apasionante y fascinante, pero me quedo leyendo en mi sillón antes que imitarlo.
ResponderEliminarBesos
Jajaja...Luciana, lo entiendo...aunque tú estas cerquita de esa Antártida que a tantos nos gusta...
EliminarUn besito muy grande y a disfrutar de esos viajes desde el sillón...
Buscando entradas que hablaran de este tema me he encontrado con la tuya. Estoy muy de acuerdo en que parte de la magia de esta historia es que empieza en lo que parece un fracaso. Me gustan mucho las citas que incluyes porque dicen mucho del carácter y fortaleza mental de Shackleton y cía. Y mencionas algo que creo que es clave para entender la historia de supervivencia que vivieron: Shackleton les obligó a llevarse un banjo y un libro entre otras pertenencias imprescindibles, y les convino a interpretar música o leer en medio del campamento helado. Él sabía que para sobrevivir necesitaban recordar que seguían siendo humanos.
ResponderEliminarEnhorabuena por la entrada. Me gusta mucho tu blog, pasaré más por aquí :)
Gracias por venir por aquí y comentar. Me encantan esas pequeñas anécdotas, como lo de llevarse un bajo o un libro como algo imprescindible. Scott también fue de esos. He leído poco sobre él, pero estoy muy interesada en sus expediciones. Especialmente por cómo las diseñaba y cómo cuidaba de su equipo. Me quedé muy sorprendida de cómo elegía a los componentes de la expedición.
EliminarGracias de nuevo por comentar y feliz año.