Todo lo que crece, ...Clara Obligado
Hace semanas que tengo pensado escribir, y el tiempo se va...se aleja, se me escapa por entre los dedos. Eso no quiere decir que no lo disfrute, pero,...si que es cierto que a veces voy con cierto desorden por la vida. Dejo espacio a la creación de momentos y también los alargo tanto en el tiempo...que no permito que otros entren en contacto conmigo. Sin embargo, aquí estoy, con taza de té entre manos, un teclado y las vistas de un día de lluvia...con los narcisos que comienzan a despertar en el jardín.
Estoy leyendo...más de lo que creo y en los lugares más insospechados. "Todo lo que crece" vino a mí en Enero, por manos de una amiga especial de tiempos largos y paseos por los bosques...Una amiga a la que veo menos de lo que me gustaría, pero que está muy presente en mi vida de un modo especial. Ella me lleva unos años, lleva más tiempo caminando por este mundo, y cuando me entregó el libro, me dijo que me gustaría mucho. Y así está siendo.
Es curioso, como detrás de los libros que leemos hay toda una historia sobre cómo llegó a nosotras, ¿verdad?
Aquí estoy, con Todo lo que crece, con esos "nuevos inicios" que traen los narcisos, y que ya están comenzando a vibrar dentro de esos bulbos que siempre me han parecido increíbles e inquietantes.
Forget me not... |
Clara Obligado nos lleva de paseo por su vida. Comenzamos en el Sur...en su infancia...en sus veranos de lectura, en todo lo que le rodea, junto con las palabras y sus etimologías...y sus curiosos significados. Acaban pensando que estamos más unidos de lo que creemos a la vida y al tiempo en el que nos ha tocado vivir. Conectas con ella casi desde el principio, porque sus veranos, son similares a los nuestros...Ella proviene del Sur en su latitud...un Sur Argentino, lleno de raíces diferentes como la Jacarandá, que además no solo es el árbol de allá, sino su pronunciación...cómo preguntamos por él, tiene un sonido diferente si lo vemos en las calles de Buenos Aíres. Todo el libro es una metáfora, en la que se añaden lo silvestre y cotidiano, la vida natural, las gentes, lo que nos rodea...los recuerdos (¿los que creamos, los que imaginamos?)...Todo lo que crece...se va al Norte, a un norte que habla la misma lengua pero de manera diferente. Incluso a las plantas le damos otros nombres. Y apareces en el Madrid de los años 70 con una mujer que se siente "transplantada"...con raíces diversas...y nos cuenta su paso por ese país en el que no parece que se lea en las cafeterías, y con un ruido diferente. Un Madrid algo menos acogedor del que imaginamos...pero después, va encontrando donde ir dejando parte de sus semillas y crecer....para ser esa Vida Errante...que de algún modo, no sabemos si elegida o no, fue...y es.
No cuento mucho más, mejor descubrirlo...A mí me ha gustado, y me está gustando mucho, porque aunque pequeñito, de cuando en cuando vuelvo a él...Me encanta como Clara se maneja con el lenguaje, como nos cuenta su vida sintiéndose un hogar en transito...Una bellísima reflexión, llena de ternura por el amor y la vida. Muy en consonancia con el mundo natural.
La vida parece que sigue siendo cíclica,...Parece que la historia se repite. El mundo después de vivir una pandemia, ahora se revuelve con los últimos sucesos...Vemos que el egoísmo, el querer controlar el mundo, el ser más que...sin límites, sin dejar espacio al Amor...al Amor con mayúsculas. Al que el límite de nuestro egoísmo, llegase a no querer hacer daño al otro. Tristemente, aunque contemos mil vidas, seguimos con las mismas inquietudes...sin erradicar lo que nos vuelve menos humanos. Y si hablamos de derechos, volvemos a perder lo ganado y adquirido cuando llegan momentos como estos...La historia se repite sin cesar. Y lo único y lo mejor que podemos hacer es orar...pensar más en el otro que en nosotros mismos y regalar esos nuevos inicios, con lo que comenzamos cada vez que parece que la vida se nos va...
Antes de ayer, mientras caminaba por las calles de Londres, veía los titulares de los periódicos , en los que en letras gigantes, a todo volumen, te hablan de la amenaza inminente del miedo, de la atrocidad, que sin duda puede que nos visiten, pero...no hay que perder nunca la esperanza...porque lo mejor siempre está por venir. El final se escribe de muchas formas...no hay una sola...y estoy segura de que el Amor vence a pesar de lo peor que hay en este mundo.
Crocus en Gordon Square |
En estos tiempos, a pesar de la sin razón humana de algunos, y las atrocidades que vemos, siguen brotando como una señal silenciosa de esperanza y de contraste a favor de la vida estas flores, que nos recuerdan todo lo bueno que merece la pena defender.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu recomendación.
Ojalá en el mundo sigamos creciendo en el Amor.
Ojalá la esperanza nos envuelva y todo lo bueno y bello lo dejemos crecer. Saludos y feliz día.
EliminarHola María, lo cierto es que vivimos momentos de mucha incertidumbre y miedo. Yo haré como tú y me agarraré en lo posible a la esperanza de que alguien entre en razón y esto se detenga. Tomo nota de tu lectura y me ha encantado ver las imágenes. Mis narcisos aun no han florecido, espero que lo hagan pronto.
ResponderEliminarUn beso muy fuerte y feliz día de la mujer. :D
Margarita, qué rebonita que eres. Siempre fiel. El miedo es uno de los grandes demonios de este mundo.
EliminarSeguro que tus narcisos ya florecieron...
Un abrazo muy grande y feliz día.
A mí también me encantan las historias que hay detrás de cómo un libro llegó hasta nosotros; hacen del libro algo doblemente especial.
ResponderEliminarY sí, vivimos unos tremendos tiempos inciertos, espero que alguien ponga fin a esta sinrazón, porque de verdad da miedo.
Un abrazo fuerte, María.
La vida no sabemos lo que nos deparará,...mientras...habrá que vivir con lo que se nos ofrece y especialmente, con lo que podemos dar.
EliminarLos libros son maravillosos refugios. Ellos nos dan más de lo que imaginamos. Un abrazo grande y feliz día.
Me gustan muchísimo los nomeolvides, son unas florecillas particularmente especiales.
ResponderEliminarAnoto la lectura, lo que cuentas me gusta y la verdad es que tienes un gusto exquisito para la lectura.
Feliz primavera, aunque marzo de ha vestido de gris y la tristeza se percibe por doquier.
Besos, María.
Una entrada preciosa
Maite, a mí también me encantan los nomeolvides...despiertan algo en el interior, verdad? Gracias por tus palabras, sobre la lectura. No siempre estamos igual para encontrarnos con un libro. Yo anoto las recomendaciones que también leo en otros rincones, y quizá no son el momento, pero después, un día, se despierta algo dentro que hace sentir un nuevo encuentro.
EliminarUn abrazo grande y feliz día...aquí con lluvia y viento, pero acogedor.
Querida María
ResponderEliminarHace poco visité tu blog y quise dejarte un comentario pero algo pasaba con el ordenador ,hoy te encuentro y me alegro muchísimo de verte y de leerte...tus entradas siempre me hacen pensar y comparto contigo todo lo que piensas...que todo lo que crezca sea el Amor y la Paz que este mundo necesita
Feliz Primavera
un Beso
Princesa Nadie, que alegría siempre leerte, encontrarme con tus palabras. Ojalá crezca el Amor y la Paz, y nos rodeemos de ella, para transportarnos a una vida más profunda y real. Un abrazo grande y Feliz Primavera. Besos.
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