Tea Room - Luisa Carnés

Imágen de Internet
Ayer estuve en el teatro...representaban Tea Room, basado en la novela de Luisa...una obra maravillosa, y con una puesta en escena soberbia. Terminé emocionada. No podía dejar de aplaudir...y no solo al increíble elenco y a la directora, y todo lo demás...escenario, luces,...sino a la mujer que está en esas palabras escritas en los años treinta; por Luisa. Fue como si ella estuviera allí recogiendo esos aplausos y esas palabras que describían una época. Ella era una de las de la Generación del 27. De esas que no estudiamos, al menos antes...ahora no lo sé, pero nadie me habla de que ellas ya estén incluidas.


Mi madre me regaló este libro, y ya no recuerdo si hablé de él en el pasado...de todos modos, y si no fue así, aquí dejo la experiencia que me trajo su lectura. Anoche no pude evitar releerlo...con los ojos aún cansados y emocionados, porque la obra se representa en la tarde noche, y te deja la sensación del despertar...ese que emerge tras tomar tazas de té, o leer algo que te hace conectar...

Ayer releía  las palabras de Luisa ....viendo la puesta en escena,...Sentía que las mujeres que aparecen en el libro, se despertaban y amanecían en aquella sala de teatro...transportándonos a los años treinta de un Madrid con tranvías, con horarios diferentes a los actuales,... Volví a ver a Matilda, quien buscaba trabajo como mecanógrafa, pero que decidía no aceptarlo al preguntarte la edad, o por su vida sentimental o por su familia...¿y qué importaba todo eso para mecanografiar? Una mujer valiente porque no estaban los tiempos para decir no a un trabajo...y Matilde acepta un empleo de "invisible" en un lugar que llaman "la casa", y que ofrece pastas de té, bombones, y miles de momentos variados. A veces le toca estar tras el mostrador, para vender esos dulces que tanto nos gustaban de niños. Pero también estuve con Antonia, que evitaba decir su estado civil, por el riesgo a perder el empleo...y con Trini, a quien le costaba llegar a tiempo al trabajo y que temía salir de noche, o con Laurita y Marta...estas últimas  muy distintas socialmente, pero también perdiendo oportunidades por las necesidades...tanto afectivas como materiales... y Teresa, una mujer que resulta odiosa y fría, pero a la que puedes llegar a entender...que cuesta contemplar como persona, pero que también lidiaba con las batallas internas...y externas de un mundo en constante cambio exterior, pero tan poco translucido interiormente...Además, tampoco podía ascender mucho más de lo que ya había ascendido..todas mujeres maravillosas, conectadas por esos tiempos de incertidumbre. Por las huelgas, y las horas de más trabajadas,...por esconder los zapatos y el remiendo en el vestido...Por amar el invierno, donde nadie es consciente de esas pequeñas cosas...por odiar el verano...que con su luz oprime a quienes no tienen qué ponerse o no es tan adecuado...


La autora pasó un tiempo en una Tea Room de Madrid...y por esa experiencia escribió este libro. De verdad, no desvelo nada, porque tampoco sucede mucho más, pero es la pluma de quien escribe y cómo lo hace...el poder llegar a viajar a un tiempo desconocido para muchas de nosotras y conectar con nuestras abuelas, o madres, o bisabuelas... esas mujeres que arriesgaron o aceptaron, y con eso también dieron opciones a nuestras vidas...forman esa cadena invisible que nos une en el tiempo...a quienes damos la mano y agradecemos el trabajo que han ido haciendo...que algunas siguen realizando, a pesar del tiempo. Decir, tristemente, que muchos de las anécdotas que cuentan, hoy día siguen estando presentes. Muchas mujeres, especialmente las que están contratadas en lo domestico y necesario...cobran por debajo del salario mínimo, y hacen horas de más. son poco valoradas, y siguen viviendo el acoso que por entonces estaba "permitido", o mejor dicho que "se entendía", porque eran hombres...

Por lo que Luisa, nos ha dejado una obra de visibilidad a lo que perdura...esa parte de la sociedad podrida por la que seguimos luchando para que se de luz y se abran ventanas y puertas... Al menos por sueldos dignos, horarios normalizados, etc. Todo esto también se ha incrementado con la vida de consumo que llevamos. Sí...ahora no nos falta de nada...¿o sí? Porque ahora abren a muchas horas diversas. Parece que ofrecen más empleo, pero eso es cierto? Y...la sensación de necesidades creadas, nos invade. 

En resumen, Luisa trata solo de contar de forma amena una vida llena de aventuras en una Tea Room, en la que además visibiliza las injusticias sociales.

Mientras la vida sigue. Con todo lo que eso conlleva. Por aquí sigo con la incertidumbre, y ya me voy a acostumbrando a ella. También he estado en el jardín y llevo varios libros a la vez con los que siento una conexión especial.  Prometo hablaros en breve de ellos. 

Con este tiempo tan raro, en el que aún puedes ir en tirantes durante el día, he estado aprovechando para plantar bulbos. para que crezcan en la primavera. Y confío que Baloo en nuestras ausencias no se dedique a escarbar para encontrarlos. A veces confío ciegamente en la posibilidad del respeto sin tener que poner límites y barreras para que se cumplan. No obstante, voy escribiendo en palos de madera lo que voy sembrando, para no olvidarme. El suelo sigue marrón tirando a amarillo y el verde al que estaba acostumbrada en estos tiempos, se hace esperar.


Ahora somos muy fans de Monty Don. ¿Lo conocéis? Bueno...hay un programa; Gardens World, que emiten los viernes en la BBC, pero que puedes ver posteriormente con subtítulos en español. Nos encanta...Porque tratan muchos temas  de jardinería, y aunque Monty Don es el presentador por excelencia del programa, conoces a otros jardineros, que te muestran los jardines de otros rincones. Principalmente de Inglaterra. Nos lo solemos poner para desayunar los fines de semana que coincidimos y te deja muy buenas sensaciones. Además tenemos un par de libros por casa de esos que echas mano para preguntarte por todo. Hemos pasado por momentos difíciles con algunos de las plantas, porque tenían babosas, y también pulgón y cochinilla blanca. En mi vida la había visto, pero hace estragos.

La vida sigue...con esos proyectos que siempre tenemos pendientes y a los que tenemos que darle ese tiempo que se merecen...y esa energía. Ahora parece que con tanta inflación nos toca cuidar más ese consumo y hacer un ejercicio de las necesidades reales que nos acompañan. 
Las necesidades más importantes, y me lo digo a mí misma también,...son gratis...se trata de ese abrazo que nos dan sincero, de las miradas que hay en las personas que nos quieren, de lo que podemos ofrecer nosotros,...la Luz de un atardecer...observar crecer lo que nos rodea...vamos...que hay mucho que agradecer, con necesidades reales cubiertas 🍂🍁

Parece que Matilda me susurra que la vida está llena de buenos momentos y eso es lo que nos tiene que dar esperanza...Parece que ella se da cuenta de que los pequeños gestos permiten que sucedan grandes acontecimientos...Somos realmente conscientes de esto? Vemos juntas los Premios Princesa de Asturias, y ambas sabemos que Luisa Carnés estaría sentada en ese asiento...o quizá uno de los premiados de esta año que ha nombrado a los exiliados por la Guerra Civil, habría dicho su nombre y no solo habría nombrado a varones. 


Espero estén bien, disfrutando de este raro tiempo que vivimos. Al menos llevamos un tiempo sin tener que utilizar la calefacción, ni los aíres acondicionados...pero ya sí que llegan las mantas y las infusiones nocturnas. 

*Las fotos son de servidora, menos la primera del teatro.


Comentarios

  1. Me encanta leerte, no me canso de decirlo. Qué hermoso lo que cuentas de esa obra de teatro y la relectura de un libro que tiene corazón. Muchos besos preciosa :D

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    1. Muchísimas gracias Margarita. Siempre tan leal. Es un libro precioso....y si tienes oportunidad ...verlo en teatro es maravilloso🦋☕Un abrazo grande

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  2. Querida María: Qué entrada tan entrañable, me encanta leerte. Te agradezco que nos hables de ese programa, intentaré ver alguno. En cuanto al libro de Luisa, me han hablado hace poco de él, y de la fantástica representación... espero leerlo pronto. Mi hijo pequeño, va a una exposición sobre las sinsombrero esta semana, poco a poco van saliendo a la luz las mujeres artistas de la generación del 27, son tan extraordinarias, siempre es momento para estudiarlas. Abrazos

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    1. Maite, lo bonito es que se las siga nombrando, como a Luis Cernuda, a Lorca, a Machado....Ellas hicieron los mismo; escribir. Y lo peor es que fueron invisibles. Me alegra saber que tu hijo mejor las conoce. Eso da esperanza al camino de la igualdad. Un abrazo muy grande🍁🦋

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  3. Que post tan bonito y tan interesante. Es maravilloso leerte!!

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    1. Gracias. Muchas gracias. Es un placer también leer tus palabras🍂🍁🦋

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